Considerada una costumbre presidencial, la fotografia oficial fue rechazada por el mandatario de México, Andrés Manuel López Obrador, más conocido como AMLO, debido a la austeridad en la que se encuentra el Gobierno que ha sido la bandera del líder de izquierda durante época electoral.
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La fotografía presidencial es considerada, según aseguran algunos medios mexicanos, un “símbolo republicano” siempre presente en las dependencias del Estado.
Esta por lo general tiene un costo elevado comparado que varía dependiendo de la empresa o fotógrafo que lo realice. En el gobierno del ex presidente Enrique Peña Nieto, este tuvo un costo de más de 51.000 dólares.
Para la del ex presidente Felipe Calderón se gastó más de 12.000 dólares.
El costo de la fotografía está dividido en montaje, sesión, impresión y reproducción de la fotografía del presidente.
Es por ello que por el elevado costo que esta costumbre demanda, el presidente mexicano AMLO, desistió de tomársela.
Su negativa ha despertado el interés de su entorno cercano y le han propuesto hacer el trabajo por un precio inferior al resto, pero pese a esto, el líder de izquierda se mantiene firme en su decisión y no ha respondido a las ofertas.
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