El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, aseguró que el Ejército se está “preparando para cualquier escenario” con la milicia chií libanesa Hezbolá, contra la que mantienen un intercambio de fuego diario en la frontera con el Líbano, en el norte del país.
Las fuerzas armadas se entrenan “en tierra y aire, fortalecen los sistemas de inteligencia y se preparan para todas las posibilidades”, aseguró el titular de Defensa en una evaluación de la situación junto al jefe del Estado Mayor del Ejército, Herzi Halevi.
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Además, Gallant insistió en la obligación del Ejército de “cambiar la situación en el norte y devolver a los ciudadanos con seguridad a sus casas”, en referencia a los más de 60.000 desplazados israelíes que vivían cerca de la divisoria, ahora redistribuidos en hoteles y otros alojamientos que financia el Estado.
La reunión de los militares se ha producido mientras, desde Líbano, el líder del grupo chií libanés Hezbolá, Hasán Nasrala, reiteraba esta noche en un discurso que su movimiento no está buscando una guerra abierta con Israel, a la vez que aseveraba que si el Ejército israelí la declara entonces lucharán “sin control, normas ni límites”.
Nasrala dijo que incluiría a Chipre como parte beligerante en un posible conflicto si permite a Israel que utilice sus bases o aeródromos durante una potencial guerra contra el Líbano.
En la tarde de este miércoles, el jefe del Estado Mayor ya declaró que las fuerzas armadas poseen “fuertes capacidades que el enemigo sólo conoce parcialmente”, en respuesta al vídeo publicado por Hezbolá ayer en el que mostraba imágenes de territorio israelí captadas por un dron que había sobrevolado el norte.
“Las conocerán cuando sea necesario, en el momento adecuado”, añadió Halevi hoy en una visita a las baterías de defensa aérea junto a la frontera.
La frontera con el Líbano vive su mayor pico de tensión desde 2006, con un intercambio de fuego desde el pasado 8 de octubre que en las últimas semanas se ha hecho cada vez más constante e intenso, haciendo temer una guerra abierta entre las partes, y en el que cohetes de Hezbolá han llegado a caer hasta a unos 65 kilómetros de la divisoria, en la localidad de Tiberias.
Hasta hoy, esta escalada de violencia se ha cobrado la vida de unas 500 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hezbolá, que ha confirmado unas 320 bajas de milicianos.
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