Hace treinta años nuestros bolsillos peruanos lloraban pero el Ministro de Economía de aquel entonces era un auténtico show de la risa. La brillante imitación de César Vásquez Bazán fue la primera carta de Jorge Benavides al salir en cámaras a finales de los ochenta. “¿Están ahí?”, preguntaba JB casi siempre disfrazado de Batman. Después fue Rambo, Gloria Helfer, Susana Higushi y hasta la Pepa Baldessari. El mejor imitador que ha tenido la historia de la comicidad peruana hoy le dice un adiós temporal a la televisión. Si la caricatura de Vásquez Bazán reviviera en el cuerpo de Benavides preguntaría preocupado y con los ojos alborotados si el cómico anda por allí. Que le anuncien la triste noticia. JB ya no está.
Para ser un buen cómico hay que hacer reír hasta con la mirada. Benavides lo logró desde su primera aparición cuando ganó el concurso de imitadores de “Trampolín a la Fama”. De la mano de Augusto Ferrando mostró sus asombrosas condiciones para la transformación y para reinventar las voces de los otros. Duró poco tiempo en el recordado “Risas y Salsa” porque su talento merecía más espacio. JB perfeccionó sus técnicas para clonar a los demás no solo con exagerados gestos y elocuentes movimientos corporales sino también aprendió a diseñar máscaras para hacerlo todo más exacto y real. Un imitador completo, un profesional. Con errores y con algunos excesos, JB es sin duda el mejor actor cómico que tenemos. ¿Por qué le cancelaron el programa de los sábados? Difícil creer que es solo por mejorar la calidad de los contenidos en los programas. Seguro pronto tendremos algo mucho peor. Magaly Medina tiene la palabra.
No voy a defender las caricaturas sociales y raciales que Benavides hizo con “La Paisana Jacinta” y con el “Negro Mama”. La degeneración de nuestra TV a veces convierte a actores y periodistas en las peores versiones de sí mismos. JB cruzó la frontera de lo irónico y con justicia fue acusado por colectivos civiles que luchan contra la discriminación. Pasó con Benavides, pasó con Carlos Álvarez que solo quería ganar rating agarrando a Zelma Gálvez como piñata y pasa con Magaly Medina y Gisela Valcárcel, quienes el último sábado quisieron disfrazarse de la versión “A los cincuenta” de los concursantes de “Esto es Guerra” y Combate”.
Se acabó la historia de “El especial del humor”. Quizá tengan pronto retorno, quizá sea un adiós para siempre. Más allá de algunas críticas, JB se aleja de las pantallas con el último programa cómico que teníamos en el aire. La TV de nuestros tiempos ni siquiera resiste esos formatos. Mientras menos ficción, mejor. Todo tiene que ser reality, dramas de la vida real ‘chollywoodense” y amoríos con mensajes de celular. Si queremos ver imitaciones a partir de ahora tendremos que ver “Yo Soy”. Si queremos reír, solo nos quedarán los mensajes de Whatsapp entre Guty y Millet.