El fin de semana los dominicales “Cuarto poder” y “Panorama” confirmaron la existencia de un vehículo de seguridad presidencial en la esquina de la casa de López Meneses en Surco, al mismo tiempo que ocurría el ilegal resguardo prestado al antiguo operador de Vladimiro Montesinos. Mis colegas confirmaron, además, que el vehículo estaba asignado a resguardar al hijo del presidente Humala que iba a un nido sobre la misma cuadra.
El 12 de noviembre del año pasado, en la víspera de la publicación de Willax y El Comercio, nos dispusimos a recoger la versión de los policías que prestaban la vigilancia ilícita. Micro en mano nos acercamos a cada uno de los vehículos. El capitán de la policía que estaba al volante de la camioneta, que –ahora se sabe– cuidaba a Samín, se negó a darnos cualquier detalle, y subió, en nuestras narices, sus lunas polarizadas.
Sobre este vehículo se ha hablado mucho en estos días. La Comisión del Congreso que investiga el caso se ha preguntado por qué los policías que pasaban horas sentados en la misma cuadra del resguardo ilegal no reportaron lo que sucedía. El ministro Figallo ha respondido que los custodios del pequeño hijo del presidente no tenían por qué saber qué hacían sus colegas, desplazados en abundancia, en los siguientes 20 metros.
A raíz de la discusión, volvimos a revisar todas las imágenes que obtuvimos el 4 y el 12 de noviembre del 2013, y nos detuvimos en otro de los vehículos que protegía la casa de López Meneses asiduamente: la camioneta Nissan Navara de color gris de placa EPA-600 que, si hubiera podido, nos habría atropellado cuando vio que nos dirigíamos hacia donde se encontraba estacionada. No incluimos esas imágenes en la edición del reportaje porque pensamos que esa camioneta era una de las tantas en la custodia ilegal; pero en los videos originales se aprecia cómo el chofer la enciende, acelera y nos atrasa. Pero se detiene, unos metros más adelante, junto a la camioneta que cuidaba a Samín, y cuyo chofer acababa de rechazarnos. Inmediatamente, uno de sus tripulantes da una indicación y el conductor del vehículo, que según Figallo cuidaba al pequeño Humala, parte abandonando el lugar, dejando su objetivo desprotegido. Dejando el nido donde, supuestamente, estaba el niño sin vigilancia.
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Minutos después, la Nissan Navara vuelve a aparecer en las imágenes: ha dado la vuelta a la manzana y se ha estacionado detrás de uno de los patrulleros del Escuadrón de Emergencia que, como ha probado la fiscalía, prestaba ilegal resguardo a la casa de López Meneses. Luego se ve cómo uno de los policías que tripulaba ese patrullero les reporta a los ocupantes de la camioneta que ha resultado clave.
Casi un año después, se ha podido establecer que esa camioneta pertenece al Ministerio del Interior y que en el momento del resguardo ilícito estaba asignada a Palacio de Gobierno. Y gracias a las imágenes obtenidas durante la investigación, ahora se puede probar que, siendo una camioneta del Ministerio del Interior que recibía órdenes de Palacio, coordinaba a los vehículos que cuidaban a Samín y los que cuidaban a López Meneses. ¿Por qué ni la policía ni el Ministerio del Interior informaron a la fiscalía y a la comisión sobre el origen de este vehículo?