El viernes en la mañana el ministro del Interior, Daniel Urresti, participó en una entrevista en Radio Programas del Perú (RPP). Esta tuvo que ser abruptamente intervenida por Raúl Vargas debido a la gresca que se desató entre el titular del Interior y la periodista Patricia del Río. El ministro Urresti reaccionó llamando despectivamente a su entrevistadora “una diosa del periodismo a la que no se le puede decir nada”, una más de sus características formas de reaccionar ante la prensa.
Independientemente del incidente puntual que ocurrió en los estudios de RPP, lo claro es que el ministro Urresti no solo ha limitado su batería de ataques a los opositores políticos del Gobierno, sino que también ha lanzado una ofensiva en contra de la prensa. Y claro, al ministro le gustan los medios cuando se trata de mostrar sus operativos policiales o de hacer declaraciones públicas, pero lo cierto es que el ministro no ve a la prensa como un pilar esencial de la democracia cuyo rol es el de informar y fiscalizar en una sociedad donde las personas pueden expresarse libremente. Para el titular del interior los medios son primordialmente una caja de resonancia. Una especie de amplificador que él puede prender cuando quiere dar mensajes que lo beneficien y que quisiera apagar cuando lo critican.
A lo largo de su estadía en esta cartera hemos visto claros ejemplos de cómo el señor Urresti ha desestimado a la prensa cuando esta le ha hecho preguntas objetivas para poder informar a la población. Cuando se capturó a Rodolfo Orellana este declaró: “Señores, mezquinos, muérdanse la lengua por amor de Dios unos días. No, no se muerdan la lengua porque se pueden morir, amárrense la boca un par de días y no le quiten mérito a nuestra PNP”. En setiembre del 2014, Carlos Villarreal, reportero de RPP le preguntó acerca del sustento y la evidencia para prohibir las lunas polarizadas. El titular del Interior respondió: “[…] está basado en diferentes estudios, en diferentes datos, de diferentes países, pero, no te preocupes, te veo preocupado. ¿Tienes lunas polarizadas? Preferible de lejos, no te confunden con otro cabeza blanca, no te detienen por eso”, en clara alusión a Benedicto Jiménez. El clímax de su desesperación con los medios se dio en el momento que a Jorge Ballón, otro reportero de RPP, le dio un fuerte pisotón al estilo “ra ra ra” frente a cámaras cuando este le hizo una pregunta acerca de la presunta irregular contratación de su hija en la PCM.
Y por supuesto no nos podemos olvidar, como otro ejemplo más, el hecho que el ministro hubiese retuiteado un “meme” en donde se sugería que existía un vínculo sentimental entre Alan García y varias periodistas y personalidades, entre ellas Milagros Leiva y Mónica Delta. Ambas denunciaron una clara ofensa contra la mujer, a la que luego se sumaron diversas personalidades, incluso del mismo gabinete ministerial. Y aunque Urresti luego intentó enmendar este hecho enviándole flores a sus ofendidas, el exabrupto del ministro ya estaba consumado.
La tensa relación del Sr. Urresti con la prensa es tan compleja que se remonta al punto que en julio del 2014 el Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS) emitió un comunicado para pedir la renuncia del ministro por estar siendo investigado en el caso del asesinato de un periodista. Además, en diciembre del 2014, el Colegio de Periodistas de Lima lo declaró “persona no grata” por agresiones a colegas en las marchas contra la ‘ley pulpín’.
A pesar de que el ministro del Interior no se pierde una oportunidad para declarar a los medios de comunicación, parece que solo ve a estos de manera utilitaria para lanzar sus mensajes. Cuando de aceptar críticas se trata este se eriza y se nota lo que realmente piensa de la democracia y la libertad de expresión.