En varios de los países de la América hispana, sobre todo en aquellos de sustrato quechua, se llama poroto (del quechua purutu) el grano que en la península ibérica se le conoce con el nombre de judía. El uso de poroto en el Perú se documenta desde el siglo XVI en la obra del Inca Garcilaso y sorprende que hoy se haya sustituido por el término latino frejol o frijol. Sin embargo, subsiste con sentido figurado en el modismo apuntarse (o anotarse) un poroto, que significa ‘acertar’, ‘dar en el clavo’.