Esta expresión verbal, que no se consigna en la última edición del Diccionario académico (2014), se registra en el oficial Diccionario de americanismos (2010), circunscrita a Chile, con el sentido de “ceder ante una postura contraria después de haber defendido la propia con insistencia”. Sin embargo, este mismo uso también se documenta en nuestro castellano coloquial. Véase un ejemplo de Gregorio Martínez, en Libro de los espejos: “Bajar el moño es una vieja táctica criolla contra los oprimidos” (Lima 2004, p. 356).