Este sustantivo masculino de origen incierto se documenta en nuestro castellano con el sentido de ‘calzado para jugar fútbol con tacos cónicos’. Así se puede apreciar en este uso de Vargas Llosa: “… cuando el patio quedaba vacío, mojadito por la garúa, lustrado como un chimpún nuevecito, los once seleccionados bajaban a la cancha…” (Los cachorros, Madrid 1997). También entre nosotros se registra la locución verbal colgar los chimpunes ‘retirarse de un trabajo o deporte’. Y, aunque no parece tener relación semántica, chimpún aparece, además, en un grito de ánimo típico del Perú: ¡Chim-pún Callao!