En El huerto de mi amada escribe Bryce sobre la avenida limeña que lleva el nombre de Miguel Grau: “… una clase media ya sin medios y unos prostíbulos de a dos por medio, un proletariado y su lumpen y, en fin, de todo, como en botica…” (Barcelona 2002, p. 187). De a dos por medio es una locución adjetiva, al parecer exclusiva del Perú, que significa ‘de poquísimo valor, de muy mala calidad’, puesto que antiguamente medio designaba la moneda de medio real.