En el habla familiar del Perú y otros países de América (tales como Chile y Bolivia) este curioso verbo equivale a embriagarse, emborracharse. Deriva a su vez del sustantivo de la lengua general mona con el sentido coloquial de ‘embriaguez’. Véase esta cita de Carlos Camino Calderón referida a cierto personaje de uno de sus cuentos: “... en lugar de acompañarlos a enmonarse con el guarapo y la chicha [...], se dirigía a la puerta...” (El cuento peruano 1942-1958, Lima 1991, p. 183).