Ladrillo es una vieja palabra castellana (siglo XIV) que se remonta al latín later, de análogo significado. Desde el punto de vista geométrico, el ladrillo es un paralelepípedo cuyas seis caras rectangulares son iguales de dos en dos; el ladrillo es hoy –como se sabe– un elemento importante en la construcción de casas y edificios. Ladrillo pastelero, locución nominal de origen incierto, al parecer exclusiva del Perú, designa un tipo especial de ladrillo, cuadrado y chato, que se usa para cubrir los techos de las casas con el fin de absorber la humedad de la llovizna.