Esta voz popular peruana resulta de la inversión silábica de cholo con una r epentética, proceso de creación léxica característico de la replana (por ejemplo, grone por negro), a veces con metátesis (merfi por firme) o con desplazamiento del acento de intensidad (lorca por calor); en jerma por mujer hay –como en lorcha– trueque de vocal final para acomodarse al género. En el caso de lorcho por cholo, como en el de corsa por saco ‘chaqueta’, hay, además de la inversión silábica, un fonema consonántico intruso al fin de la primera sílaba.