Este curioso sustantivo tiene su origen en el nombre de pila de un conocido personaje peruano, Margarito Machaguay, quien medía más de 2.25 m y era considerado uno de los hombres más altos del mundo. Entre nosotros, el nombre margarito ha pasado a designar la botella de cerveza con un litro o más de capacidad. Este caso no es un hecho lingüístico anómalo. Es usual que un nombre propio se haga común y persista, aunque se borre el recuerdo de quien inspiró este cambio. Algunos ejemplos de la lengua general son anfitrión, mecenas y lazarillo.