Este americanismo polisémico se usa en la lengua coloquial y popular de varios países de la América hispana, desde Méjico hasta el Perú. Entre nosotros, ñanga se aplica coloquialmente a una cosa sin importancia o un asunto falso. Véase un ejemplo del diario limeño Expreso: “Fuentes palaciegas nos dicen que ese anuncio de la cuestión de confianza que sigue gritando a los cuatro vientos Vicente Zeballos, sería pura ñanga” (2/8/2019). En nuestro lenguaje popular ñanga también designa la nariz. Véase un curioso ejemplo: “Pongo mi ñanga acá y me la afina, la respinga un poco” (Correo, 20/10/18).