En español piña es el fruto del pino. Por su análoga superficie rugosa. Posteriormente se extendió la comparación a la piña de sal ‘trozo de sal gema’. En otra etapa de esta complicada evolución semántica se calificó de piña de sal al potaje muy salado. Por último, por contaminación con el uso americano de salado ‘desafortunado’, piña llegó a ser equivalente de mala suerte y desafortunado. Más tarde aún, se derivó el adjetivo.