Aunque puede estar relacionado con el nombre de un pequeño mamífero (la rezmila), rasmillar no es, en el Perú, un estricto sinónimo de rasguñar o arañar. Se aplica, más bien, a las ligeras huellas dejadas en la piel por el roce con una superficie muy áspera o con el propio suelo. El efecto se conoce aquí como rasmilladura o rasmillón, y en otros países como rasmillo o rasmillada.