El académico Diccionario de americanismos (2010) registra desde Méjico hasta la Argentina esta locución verbal que, aplicada a personas, significa ‘ser de índole serena y bondadosa’. Su uso no distingue sujetos de género masculino o femenino. Véase este ejemplo de uso de Jaime Bayly en Yo amo a mi mami: “... así de creyente era tu tío de chiquito, un pan de Dios era el pobre, un angelito, no he visto nunca alma tan buena” (Lima 1998).