Del francés targette ‘escudito con la divisa de su dueño’ se tomó tarjeta (de visita); sus derivados son tarjetero ‘utensilio en que se guardan tarjetas’, tarjetón ‘tarjeta grande’ y tarjeteo ‘intercambio frecuente de tarjetas’. A estos se suma el peruanismo tarjetazo, en que el sufijo -azo significa ‘golpe’ (propinado, figuradamente, con una tarjeta). Es decir, el pedido, o la recomendación extraoficial, entre funcionarios y personas influyentes (El Comercio, Lima, 30/7/2006).