En el Perú y otros países de Sudamérica es un sinónimo –familiar y festivo– de anciano. Su femenino es tecla, término que no tiene relación con la tecla de un instrumento musical (palabra de origen también incierto). Una reciente hipótesis etimológica asocia teclo ‘viejo’ con tecle ‘señor’, ‘anciano reverenciado’, voz totonaca o azteca con la cual –según el cronista Bernal Díaz del Castillo– se dirigió a Hernán Cortés cierto cacique (El Comercio, Lima, 26/8/2007).