Esta locución verbal en proceso de obsolescencia tiene el sentido eufemístico de ‘estar pignorado’. La frase todavía se documenta en escritores de mediados del siglo XX, tales como Clemente Palma. Véase este uso de las Crónicas político-doméstico-taurinas de Corrales: “... eché mano al bolsillo de atrás para sacar el revuélcate [‘revolver’], sin acordarme de que este utensilio estaba aprendiendo inglés” (Lima 1938, p. 46).