Formalmente es diminutivo de arroz, voz que designa la “planta anual propia de terrenos muy húmedos, cuyo fruto es un grano oval rico en almidón” y el “fruto del arroz” (DRAE 2014). En el castellano coloquial del Perú, arrocillo es la denominación de la “golosina hecha de arroz endulzado y coloreado” (Diccionario de americanismos, 2010). La función renominalizadora del sufijo -illo, -illa ha sido siempre relevante en español: recuérdense parejas de sustantivos tales como barba y barbilla, garganta y gargantilla, etc., en las que el derivado designa algo diferente de lo que nombra el primitivo.