En casi toda la América hispana, el Perú incluido, se denomina así al guía de caminos, atajos y trochas. Según la opinión más general, baquiano es el nombre arahuaco del guía. Este indigenismo se asimiló al castellano y se difundió por América a partir del primer viaje de Colón. Más tarde, baquiano amplió su significado hasta hacerse equivalente de experto, perito en cualquier materia. Por su asociación con palabras terminadas en -ano (indiano, americano), se ha hecho una falsa regresión hacia un supuesto primitivo baquía ‘pericia, destreza’.