Aunque este término coincide fonéticamente con el sustantivo femenino capa, en la lengua general es de género masculino: el caparazón. Pero en el castellano del Perú, incluido el estrato culto, es usual el género femenino: *la caparazón. En la revista limeña Caretas (25/6/1998), Fernando Vivas se refiere peyorativamente a “la caparazón de algunos periodistas dominicales que juegan con cartas marcadas, lo admiten y para colmo quieren pasar piola”.