Este aumentativo sobre chancaca, viene a su vez del quechua ch’amqay ‘frangollar, moler, triturar’. El quechuismo chancaca designa en gran parte de la América hispana, incluido el Perú, una tableta rectangular hecha con la miel que se obtiene de la caña de azúcar. Por su parte, el sustantivo chancacazo se documenta, en el Perú, Bolivia y Chile, con el sentido de ‘golpe fuerte’. Ejemplo de Clemente Palma en las Crónicas de Corrales: “… una pedrada en un ñorbo no más, y quizás si uno que otro chancacazo en las costillas...” (Lima 1938).