Formalmente es un derivado de farol, por ello tiene los sentidos de ‘fabricante o vendedor de faroles’ y ‘persona que cuida los faroles del alumbrado’. En la lengua coloquial es equivalente de vano, ostentoso. Pero en el castellano familiar del Perú, Ecuador, Bolivia y Argentina farolero, -a se relaciona con la mentira y la charlatanería. Ejemplo de la revista limeña Caretas: “Analicemos la hoja de vida farolera que presentó […] este año para postular al cargo” (1/7/2016).