Según la última edición del DRAE 2014 esta voz de origen latino (de fundus ‘fondo’) se registra con la obsoleta acepción adjetiva de “profundo” y con el sentido jurídico de “heredad o finca rústica”. Pero en el castellano del Perú y otros países de la América hispana fundo no está restringido al ámbito del derecho, sino que se emplea como equivalente de hacienda o ranchería. Véase un ejemplo de la página web de El Comercio: “Al comprar café del fundo ayudas a que una familia del VRAEM no cultive ilegalmente hoja de coca” (9/5/2018).