En nuestro lenguaje culto familiar, como en los de México, la Argentina y el Uruguay, se usa esta locución verbal con el sentido de ‘hacer deliberadamente que algo dure más de lo que debiera’. Véase un ejemplo peruano de Humberto Campodónico: “... para hacerla larga, el MEF [...] ha contratado a un consultor para que haga «una propuesta de planificación del sistema energético» (sic)” (La República, Lima, 5/9/2014). La expresión contraria hacerla corta no se documenta en el Perú, pero sí en otros países de Sudamérica.