Esta expresión no registrada en el Diccionario académico vigente se usa en España y América con el sentido de ‘nada extraordinario’ (el DRAE consigna cosa del otro jueves ‘hecho extraordinario’). Se ha dicho que con el antiguo ayuno de los viernes, la gente solía extralimitarse en comidas y bebidas un día antes. En Maldita ternura, escribe Beto Ortiz: “Las preguntas que había preparado para el test de peruanidad eran bastante elementales: […] nada del otro jueves…” (Lima 2004, p. 82).