Este quechuismo, sinónimo no estricto de ojota (del quechua ushuta), es obsolescente en el castellano de la mayor parte del Perú (y ambos, ojota y llanque, están siendo sustituidos por el término japonés sayonara, que insólitamente significa ‘adiós’). Vallejo escribe en Los heraldos negros: “La pastora de lana y llanque viste, / con pliegues de candor en su atavío; / y en su humildad de lana heroica y triste, / copo es su blanco corazón bravío” (Caracas 1985, p. 24).