En la lengua general se documenta el masculino pinocho, derivado de pino, con los sentidos de “pino nuevo”, “ramo de pino” y “piña de pino rodeno o negro” (DRAE 2014). Pero en el castellano coloquial del Perú se registra el homónimo pinocho, con variación en femenino, aplicado a la persona que acostumbra a mentir o que no da importancia al hecho de mentir (Diccionario de peruanismos, APL, 2016). Este uso tiene su origen en la adaptación del nombre italiano Pinocchio, personaje de historias infantiles de Carlo Collodi, a fines del siglo XIX.
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