Es un quechuismo (de pukyu ‘fuente’) que se documenta en el castellano del Perú, Bolivia, Chile y el noroeste de la Argentina, con el sentido de “manantial o vertiente de agua” (Diccionario de americanismos, ASALE, 2010). En La tumba del relámpago, Manuel Scorza escribe acerca de un personaje: “Hervía unos puñados de maíz y bebía de un puquio cercano” (Barcelona 1988, p. 24). En Bolivia y la Argentina se registra la variante pugio.