El Santuario Histórico de Machu Picchu, ubicado en Cusco, y la Reserva Nacional Calipuy, en La Libertad, celebran hoy su aniversario por sus 40 años de creación como área natural protegida. Ambas reservas son importantes ya que en sus espacios preservan a varias especies en peligro, entre ellas al oso de anteojos.
Machu Picchu es considerado como la zona de transición entre los ecosistemas andino-amazónica. En ese sentido, se destaca porque en su ámbito los bosques secos del valle Urubamba-Vilcanota dan paso a bosques húmedos; este cambio gradual existe en muy pocos lugares en el Perú. Este ecotono (zona de transición entre dos ecosistemas diferentes) también es propio de esta transición en los valles de los ríos Mantaro, Pampas, Apurímac y Mapacho.
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Asimismo, en el Santuario de Machu Picchu se da el encuentro entre las punas centrales andina y los pajonales húmedos arbustivos en la vertiente oriental de los Andes, y se puede observar estos cambios al realizar el famoso Camino Inca.
El trabajo de revisión más reciente en Machu Picchu ha destacado la presencia de cuatro ecorregiones, donde hay al menos 24 sistemas ecológicos terrestres y tres de agua dulce, con lo que son 27 ecosistemas silvestres.
Por su lado, la Reserva Nacional Calipuy celebra 40 años conservando la riqueza natural y cultural de los distritos de Santiago de Chuco y Chao, provincias de Santiago de Chuco y Virú, respectivamente.
La especie protegida
Ambas reservas naturales de nuestro país comparten al mismo animal protegido: el oso de anteojos. En nuestro país solo habitan cerca de 5.000 individuos en 1.800 km de Cordillera, por ello es una especie que se encuentra en la categoría de Vulnerable (VU) según el D.S. 004-2014-MINAGRI.
En el Santuario Histórico de Machu Picchu el efecto ecotonal es el hábitat idóneo de muchos animales, siendo el más destacado el oso de anteojos, símbolo y objeto de conservación del santuario ubicado en Cusco.
En 2015, se implementó un protocolo de monitoreo de frecuencia trianual que fue elaborado en conjunto con la Wildlife Conservation Society de Peru (WCS), y para su ejecución e implementación se trabajaron previamente talleres de capacitación del personal guardaparque.
Además, con cámaras trampa se ha podido identificar a 12 osos de anteojos adultos dentro del santuario cusqueño. Sin embargo, aún no es posible tener un estimado poblacional de esta especie, aunque se cree que estos individuos representarían dos tercios de la población de osos adultos, a lo cual se añadiría un 30% de crías.
En la Reserva Nacional Calipuy, el personal guardaparque del El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), junto a los miembros de los Comités de Vigilancia Comunal de esta reserva, logró tener el último registro del oso de anteojos a finales del 2020 en el sector “El Matico”, lo que resulta un claro indicador del buen estado de conservación de esta área natural protegida: alrededor de un 99%.
El Sernanp, organismo adscrito al Ministerio del Ambiente, continúa con el monitoreo biológico del oso de anteojos en la reserva de La Libertad.