La escasez de camas UCI para tratar los casos graves de coronavirus reportada en los últimos días ha estado asociada a la baja disponibilidad de personal calificado para operarlas. Si bien tanto en Lima como en otras regiones se han adquirido más ventiladores mecánicos para aumentar la oferta de atención, estos equipos aún no pueden entrar en funcionamiento debido a la actual escasez de médicos, enfermeras y otros profesionales intensivistas.
Según la Sociedad Peruana de Medicina Intensiva (Sopemi), actualmente hay 714 médicos de esta especialidad registrados en el Colegio Médico del Perú (CMP); sin embargo, esta cifra es la mitad del mínimo indispensable que requiere el país para garantizar el tratamiento de pacientes graves (alrededor de 1.500). La vicepresidenta de este organismo, Rosa Luz López señaló a este diario que casi la tercera parte de ellos no está laborando debido a que presentan factores de riesgo o edad. Frente a esta complicación, desde el inicio de la pandemia se optó por capacitar a médicos de otras especialidades o generales para que puedan ayudar en el manejo de las UCI.
“Mas o menos estamos entre 400 a 450 intensivistas actualmente trabajando en el país. Se contrataron intensivistas jóvenes, se habilitaron a los residentes del tercer año y con ellos se pudo ampliar la oferta y ampliamos con anestesiólogos, cardiólogos, cirujanos cardiovasculares que nos vinieron a apoyar. El estado en enfermería también ha sido crítico. Antes de la pandemia se necesitaba 9 mil enfermeras intensivistas; pero solo se tenía alrededor de 2 mil. Otro profesional importante para UCI es el fisioteraputa respiratorio de cuidados intensivos, una especialidad que aún es naciente en el país”, detalla.
Al igual que en otras especialidades, los médicos intensivistas también han sufrido los estragos del COVID-19. Según la especialista, en lo que va de la emergencia sanitaria, dos miembros de este gremio han fallecido y cerca del 10% se ha contagiado de la enfermedad.
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Escenario complejo
López añade que si bien el Ministerio de Salud (Minsa) viene realizando esfuerzos por ampliar la oferta de camas UCI, esto sería insuficiente para albergar la creciente demanda que se viene observando en las últimas semanas, tanto de pacientes COVID como aquellos de otras patologías que no fueron atendidos durante la primera ola. Asimismo resalta que no hubo una buena estrategia de contención en los primeros niveles que impidiera la saturación de las unidades de cuidados intensivos.
“Por más que expandamos las UCI no lo vamos a poder soportar, el panorama es sombrío. Hasta el momento tengo más de 40 consultas solicitando UCI con ventilador solo en el hospital Almenara y hoy [ayer] con suerte tendremos con las justas una cama libre. ¿Puede valer algún tipo de priorización entre 40 personas que necesitan la misma cama? Es un colapso total. Siempre hemos discrepado en cuanto a los mensajes tibios a la población, tenían que saber que este sistema no iba a soportar y que la única arma era la contención. Si la población no tomaba conciencia no había forma, ahora tenemos la catástrofe encima y le aseguro que falta más.”, opina.