Las protestas contra las empresas ferroviarias que operan en la ruta a Machu Picchu, en el Cusco, no surgieron la semana pasada. Desde hace meses, incluso años, la población de Machu Picchu Pueblo (Aguas Calientes) ha salido a las calles para demandar un mejor servicio. Sin embargo, la situación en la ciudad de la maravilla mundial se agudizó en medio de un proceso de reactivación económica y turística ante la pandemia generada por la COVID-19. En uno de los distritos cusqueños que vive del turismo por sobre un 80%, según sus autoridades.
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Desde el 10 de diciembre, el acceso vía férrea a Machu Picchu está paralizado, debido a la huelga indefinida en contra de los servicios que brindan las operadoras PerúRai y IncaRail, únicas empresas que ofrecen el viaje en tren.
El principal reclamo de las poblaciones asentadas en la vía férrea y la misma población de Machu Picchu es la poca frecuencia del servicio de trenes y las tarifas altas al turismo nacional impuesto por ambas operadoras. Este tipo de hechos, según denuncian las autoridades y dirigentes locales, ocasionan largas colas para el traslado de los usuarios, así como la reducción drástica en el arribo de turistas a la Llaqta Inca.
El Comité de Lucha en su pliego de reclamos exige a PerúRail el reajuste de sus tarifas, el incremento de tres frecuencias diarias (viajes de ida y vuelta), cada una con 6 coches en tres horarios diferentes. A Inca Rail le exigen la implementación de dos frecuencias diarias con 04 vagones exclusivos para el turismo nacional a fin de garantizar el viaje de al menos 900 visitantes diarios. Entre otros pedidos, se solicitó la revisión de la concesión de la administración del sistema ferroviario otorgado a Ferrocarril Transandino (Fetransa).
CRONOLOGÍA DE UNA HUELGA ANUNCIADA
Este 2020, las primeras manifestaciones se dieron a fines de octubre, cuando los operadores de turismo y ciudadanos se movilizaron ante el tarifario que lanzó PerúRail donde excluía al turista nacional además de acceder al tren local (antes de la pandemia, 20 soles ida y vuelta).
En noviembre, los trenes iniciaron su operaciones con el 50% de su capacidad. Ante ello, ello PerúRail relanzó sus servicios de tren (Expedition y Vistadome) con tarifas promocionales para el turista nacional, cuyos precios mínimos de las frecuencias de Expedition iban desde 16 dólares en la ruta Ollantaytambo Machu Picchu y 10 dólares de regreso.
La población cusqueña se levantó en rechazó al tarifario por considerarlas “elevadas” y que iban “contra la reactivación económica” del distrito ya que no impulsaba la llegada de turistas, ahuyentaba al visitante nacional y perjudicaba la actividad turística de la zona, según manifestó en una entrevista el alcalde del distrito, Darwin Baca.
Las protestas continuaron en noviembre con plantones en las estaciones de San Pedro, Wanchaq, de la ciudad imperial. La primera intención de entablar un diálogo de las operadoras de tren y las autoridades y dirigentes se concretó el 30 de noviembre en Machu Picchu pueblo. En ella se dio un plazo de 10 días para continuar con la segunda mesa técnica, el jueves pasado.
Sin embargo, las situación ingresó a su etapa más crítica cuando la mesa técnica sesionó en Cusco y no en Aguas Calientes, con las autoridades regionales y nacionales, sin contar con la presencia de las autoridades ni dirigentes de Machu Picchu. Esta situación generó cuestionamientos por desatacar los acuerdos del acta del 30 de noviembre. Según informó el gobierno regional, se cambió la sede por problemas logísticos.
Al conocerse el cambio de sede de la mesa técnica, el reinicio de las protestas sucedió la noche del miércoles 9 de diciembre. Esa misma noche, las empresas ferroviarias y Fetransa emitieron un comunicado donde suspendían sus operaciones desde el jueves. Cientos de turistas se quedaron con sus boletos sin llegar a Machu Picchu por tren mientras que otros sin poder salir de la ciudad maravilla.
Los dirigentes del Frente de Defensa de los Intereses de Machu Picchu, al mando de Oscar Valencia Aucca, calificaron de arbitraria y provocadora el cambio de lugar y aseguraron que no cederán hasta que se respeten los acuerdos del acta y el diálogo se retome en Aguas Calientes.
Desde el jueves 10 se registraron bloqueos con quemas de neumáticos cerca de las líneas del tren y al frontis de la puerta de la estación de trenes de PerúRail, además de manifestaciones en el puente ruinas y demás calles de Aguas Calientes.
El gobernador regional de Cusco, Jean Paul Benavente, calificó de justas las demandas del pueblo machupiccheño. “Hay un pedido a gritos de reactivar la economía no solo de Machu Picchu, sino de Cusco y Perú; el turismo depende mucho del transporte ferroviario, hay una demanda que pide la población con justicia, de que se fijen tarifas favorables para el turista nacional, se muestra todos los años hay un abuso, discriminación contra el turista nacional. Lamentamos que las cosas lleguen a estas circunstancias exhortamos a que estas empresas puedan tener más responsabilidad y tratar de impulsar un verdadero turismo inclusivo que beneficie al empresario local”, dijo Benavente.
“A partir de la revisión de las concesiones de Fetransa con PerúRail e IncaRail se mejorarán las condiciones del turista y población local. Si no, no podremos impulsar la llegada del turista nacional a Machu Picchu ni podremos replantear un desarrollo turístico mucho más competitivo”, agregó. Según la autoridad regional, existen elementos en el contrato de concesión que involucra a Fentrasa con “el tema de flete que cobra por la línea férrea” y otros elementos en las operaciones y prestación de servicios. “Entendamos que PerúRail heredó maquinarias (locomotoras), por eso, tiene la obligación de hacer un turismo local, pero ello tiene que ampliarse en frecuencias para satisfacer la demandas del turista nacional. En el tema de Inca rail tiene que verse el contrato para abrirse un espacio para que cumpla un rol de responsabilidad social y darle al turista nacional y local un espacio” finalizó.
En tanto, el alcalde de Machu Picchu, Darwin Baca, también exige a las empresas ferroviarias su compromiso con el turismo nacional y con la reactivación económica:
“No hay propuestas que beneficien al turista nacional. Los costos elevados no lo permiten, es una demanda nacional, es un pedido para beneficio del Perú. Exijo a las dos empresas (Perú Rail e Inca Rail) a sentarse con Fetransa (Ferrocarril Transandino S.A.) para que determinen cuántas frecuencias (viajes de ida y vuelta) se dará a los turistas nacionales para que la población a nivel de Machu Picchu, valle sagrado y Cusco tengamos más turistas que generen dinamismo en la economía”, aseveró Baca. Además exige que el diálogo se reinicie en Aguas Calientes.
La noche del viernes 11 de diciembre, el Comité de Lucha del distrito de Machu Picchu decidió radicalizar las medidas de fuerza y suspendió los ingresos por la Ruta Amazónica (Santa María - Santa Teresa - Aguas calientes), la segunda y última alternativa para llegar a la ciudadela inca.
AUTORIDADES DIERON ULTIMÁTUM
La segunda mesa técnica que se realizó el último jueves 10 de diciembre en la Ciudad Imperial para abordar la problemática del servicio de tren local hacia Machu Picchu no llegó a ningún acuerdo. El fin de semana, las autoridades regionales, alcaldes provinciales y distritales emitieron un pronunciamiento donde calificaron de “intransigente” la actitud de las empresas ferroviarias. Asimismo dieron un plazo máximo de 5 días para que se den solución a las demandas
Las autoridades cusqueñas instaron al Gobierno Nacional para que a través del Ministerio de Transportes y Comunicaciones se convoque al desarrollo de la mesa técnica la siguiente semana, (miércoles 16) en Urubamba o Machu Picchu Pueblo.
MARAVILLA MUNDIAL CERRÓ SUS PUERTAS
Fuentes de la Dirección Desconcentrada de Cultura Cusco (DDCC), explicaron a El Comercio que el miércoles 9 de diciembre, la Llaqta recibió alrededor de mil visitantes; sin embargo, desde el jueves se registró una descenso notable muy por debajo de la mitad. Es decir, el día en que los servicios de tren dejaron de funcionar, 400 turistas lograron visitar la Llaqta inca, un 35%, muchos de ellos ya habían llegado con anticipación a Aguas Calientes, en la víspera del inicio de la medida de lucha (Machu Picchu).
Sin embargo, el viernes 11, solo 150 turistas visitaron la Llaqta, siendo este el número de ingresos más bajo que recibió Machu Picchu desde que reabrió sus puertas en noviembre. Esta cantidad representa solo un 14% de visitantes permitidos.
El último sábado se registró un ingreso aproximado a 400 visitantes. Muchos de los de turistas, al no poder usar el servicio de tren, optaron por utilizar la denominada Ruta Amazónica pese a estar restringida.
Mientras la situación se agudiza día a día en la maravilla mundial, DDCC decidió ayer restringir el acceso al Santuario Histórico hasta nuevo aviso para resguardar la seguridad del visitante. Sin embargo, entre el domingo y ayer, un centenar de visitantes exigieron mediante protestas una autorización y facilidades para el ingreso a la Llaqta inca. El lunes se permitió el ingreso de alrededor de 60 turistas, quienes tuvieron que caminar alrededor de dos horas hasta la Llaqta.
Ante este hecho, Michael Ugarte, representante de la Cámara de Turismo Cusco, afirmó que los operadores de turismo informal ponen en riesgo la seguridad de los turistas al seguir ofreciendo paquetes turísticos a la maravilla mundial
“Son empresas informales que ofrecen estos paquetes, estas agencias deberían ser denunciadas por exponer a los turistas y generar enfrentamientos con los pobladores de Machu Picchu”, enfatizó Ugarte
LAS EMPRESAS SE PRONUNCIAN
La primera comunicación de ambas empresas involucradas fue el jueves pasado. IncaRail informó sobre la habilitación la solicitud de reembolsos del 100% a los pasajeros por la adquisición de la compra de boletos, además indicaron que podían requerir modificaciones en su compra de pasajes, reubicaciones y reprogramaciones sin costo alguno.
En otro comunicado, emitido el 12, PerúRail adelantó que no es posible cumplir con las demandas de ampliar las frecuencias de viaje y volver a la tarifa de 20 soles (costo de ida y vuelta antes de la pandemia)
“Dicho pedido no solo desconoce los servicios sociales que ya venimos brindando por debajo del costo real que representan, sino también los gastos operativos que demanda el funcionamiento de los trenes y que, dada la coyuntura económica que ha ocasionado la pandemia, no estamos en condiciones de afrontar”, se lee en el comunicado.
En el mismo comunicado, la empresa señala que existen intereses políticos que buscan perjudicar a la empresa privada.
“PerúRail ha brindado las facilidades y flexibilidad para las modificaciones de viaje de todos los pasajeros a quienes estas medidas de fuerza les han impedido llegar a Machupicchu; sin embargo, es tarea de todos los actores sociales, políticos, privados de la zona impedir que intereses particulares e intereses políticos impidan el normal desarrollo del turismo. PerúRail hace votos por la pronta solución de las controversias motivadas por estos sectores que buscan perjudicar a la empresa privada; por lo que invocamos al Gobierno la pronta resolución de la propuesta planteada por los operadores ferroviarios el último 10 de diciembre para brindar un subsidio al turismo nacional. Ratificamos también que continuaremos brindando los servicios sociales del tren local, carga, transporte gratuito de residuos y otros, como parte de nuestro compromiso social con la población de Machupicchu”, finaliza el comunicado.
DISTRITOS SE SUMAN
El distrito de Ollantaytambo se sumó a la medida de lucha y acató el lunes 15 de diciembre un paro de 24 horas también en rechazo a las empresas ferroviarias. Los pobladores salieron a las calles del distrito ollantaytambino y bloquearon la vía de acceso al distrito.
Desde el Comité de Lucha de Machu Picchu no descartan en acatar un paro regional, donde las trece provincias alzaran su voz de protesta.
En tanto, no se oficialice la fecha ni el lugar de la tercera mesa técnica, la reactivación turística y económica de Machu Picchu seguirá a la deriva.