A diferencia del año pasado, cuando el desfile militar se celebró en un inusual día cálido, las casacas térmicas, abrigos polares y prendas largas se observaban desde tempranas horas de la mañana, cuando caía una ligera llovizna. Desde Ancón, San Luis, La Punta o el Cercado de Lima, todos los caminos condujeron a la Av. Brasil para los asistentes a la tradicional ceremonia patriótica del 29 de julio.
Al llegar a la avenida, el primer asunto a resolver es dónde ubicarse, sentarse o quedarse de pie, alquilar una banca o trepar un muro para lograr una mejor visión de los participantes.
Estas dudas están resueltas para los familiares de los más de 6.000 integrantes de las Fuerzas Armadas y agrupaciones cívicas que desfilaron por la Av. Brasil, quienes acceden a tribunas con techo y sillas reservadas. Sin embargo, quienes no tienen una invitación especial deben alquilar sillas o bancas.
Dos bancas por 15 soles era la principal oferta de los comerciantes. En las tribunas más alejadas al estrado de honor, situado en el cruce de la Av. Brasil y San Felipe, se suele admitir a los ciudadanos sin entrada. Sin embargo, no faltaron los reclamos, empujones y denuncias de ‘colados’, como registró El Comercio.
Por otro lado, la riqueza gastronómica del Perú se hizo presente. Hamburguesas, torrejas, juanes, patasca y el infaltable ceviche deleitaron a los asistentes. Allí encontramos a don Ángel, quien vino desde Mi Perú (Callao) para ofrecer ceviche mixto.
Horas antes del inicio del desfile militar, los últimos ensayos de efectivos de la Policía Nacional, las unidades caninas y el Cuerpo de Bomberos llenaron de color y algarabía la avenida Brasil con bailes, acrobacias y hasta una exhibición de esgrima.
Juan Carlos Morales, general del Cuerpo de Bomberos, presentó a El Comercio una reliquia vehicular. “Esta unidad fue fabricada en 1923 y en 1964 atendió por una última vez una emergencia en un incendio en el Mercado Central”, explicó.
Asimismo, los asistentes disfrutaron de danzas típicas de Junín y Ayacucho, protagonistas de las batallas históricas en ambas regiones que en 1824 consolidaron nuestra independencia. Moraima Espinoza, vocera del Proyecto Especial Bicentenario, presentó la chonguinada de Junín y el carnaval ayacuchano.
“La esencia festiva y guerrera de Junín está representada por danzantes de la chonguinada con sus trajes típicos y máscaras, y personajes históricos como Cleofé Ramos y sus hijas María e Higinia ‘las heroínas Toledo’, quienes combatieron valientemente en la guerra por la independencia”, señaló.
“En representación del fervor y la esperanza de la batalla de Ayacucho el 9 de diciembre de 1824, están los personajes históricos como Simón Bolívar, Antonio José de Sucre y Juan Basilio Cortegana. Asimismo, María Parado Jayo Bellido, Basilio Auqui, Ventura Ccalamaqui y las rabonas, que simbolizan la resistencia indígena. Este grupo avanzará con la alegría y el color de los danzantes del carnaval ayacuchano”, destacó.
No todo fue felicidad para el público, pues la gran ausente fue la unidad canina de la Policía.
¿Qué fue lo más destacado del desfile militar?
Luego de la maratónica jornada del 28 de julio, la Gran Parada y Desfile Cívico Militar cerró los festejos por Fiestas Patrias con la marcha de más de seis mil participantes. El evento inició a las 10:30 a.m., cuando la presidenta Dina Boluarte arribó al estrado oficial de la Avenida Brasil, y terminó cuatro horas después.
El fervor patriótico estuvo presente desde el principio, pues Ariadna Hermosa, adolescente de 16 años del Coro Nacional de Niños del Perú, interpretó el himno nacional en castellano y en cinco lenguas originarias nacionales. Asimismo, el desfile inició con una comparsa cultural de bailes típicos de Junín y Ayacucho, regiones en las que hace 200 años se libraron las batallas que consolidaron la independencia del Perú.
En el segundo agrupamiento, desfilaron los veteranos de guerra de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. “Algunos veteranos tienen huellas de guerra, es decir, graves lesiones que sufrieron mientras ejecutaban operaciones en defensa del Perú”, declaró el coronel EP (r) Carlos Cerrón, que conformó la compañía de combatientes del Alto Cenepa en 1995. Esta y la agrupación de miembros del GEIN fueron los grupos más ovacionados.
La novedad de este año fue la participación de 80 estudiantes de los colegios Walter Peñaloza y Manuel González Prada de Huaycán. La gallardía que demostraron sus músicos y guaripoleras motivó estruendosos aplausos de los ciudadanos. También se hicieron presentes delegaciones militares de cinco países sudamericanos: Argentina, Brasil, Chile, Ecuador y Paraguay. Asimismo, destacó la participación de la academia naval del Ejército Popular de la Liberación de China.
Posteriormente, desfilaron miembros de la Policía Nacional, la Marina de Guerra, la Fuerza Aérea y el Ejército Peruano.
Singulares asistentes
Wilfredo Oscorima, actual gobernador regional de Ayacucho, estuvo en una de las tribunas de la Avenida Brasil. Como se recuerda, Oscorima se encuentra bajo investigación por su presunta participación en casos de corrupción.
Así también, el exmandatario Martín Vizcarra acudió al Desfile Cívico Militar. La semana pasada, Vizcarra manifestó su intención de postular a la presidencia en el 2026, pese a que está inhabilitado para ejercer cargos públicos por cinco años.
La Fuerza Aérea desplegó once aeronaves en el cielo de Quiñones, mientras que 150 caballos del Regimiento de Caballería ‘Glorioso Húsares de Junín’ deleitaron al público con su paso. Luego del final del evento, la presidenta Boluarte caminó algunas cuadras en medio del público asistente —no faltaron quienes le reclamaron por las investigaciones abiertas en su contra— y se retiró en un vehículo oficial.
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