Mientras el coronavirus se expande fuera de China, sobre todo en Europa, y se van confirmando más casos en Latinoamérica; en nuestro país aumenta el pánico: ¿qué pasaría si este mal se instala aquí?
La reacción del Ministerio de Salud ha sido pronta: destinó casi S/ 4 millones para un plan de contingencia nacional contra los posibles casos de coronavirus. ¿Esto bastaría para combatirlo? Fuera de Lima, ¿los centros de salud pueden atender esta demanda? ¿Si un paciente resulta sospechoso de coronavirus, se podrá analizar su muestra estando en provincia?
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha difundido acciones sencillas y cotidianas que evitarían la propagación de la eventual pandemia: el frecuente lavado de manos con agua y jabón o en su defecto, su desinfección con gel. Cubrirse la boca al estornudar o toser, acudir al médico cuando se tiene fiebre, tos exigente y dificultades para respirar.
Otras recomendaciones han sido cocer bien la carne y los huevos antes de consumirlos; y la última propuesta por la ministra de Salud, Elizabeth Hinostroza ha sido evitar el saludo con beso, cuando sea innecesario, sobre todo en esta coyuntura.
En esta línea, ¿cómo pedir a las personas que se laven las manos si en las comunidades no cuentan con servicios básicos? Si el agua se tiene que juntar en baldes para almacenarla, con riesgo a mayor propagación del dengue. Si en los colegios -ad portas de iniciar el año escolar- no hay agua ni jabón en los baños, denuncia el doctor Elmer Huerta.
El presupuesto de Salud debe ejecutarse alineado al saneamiento público básico. Sin agua, sin desagüe o sin luz no se puede tener servicios sanitarios de calidad. En el “Año de la Universalización de la Salud" antes que el coronavirus, ¿será posible disminuir los casos de dengue, tuberculosis o infecciones respiratorias agudas en las zonas rurales?
Aportaría poner mayor énfasis en la atención primaria, es decir, aquellos servicios de salud que incluyen el tratamiento de enfermedades comunes, prevención y búsqueda del bienestar en las poblaciones. De esta manera se descentralizaría la atención en los centros hospitalarios.
Empezar por lo básico: que los presupuestos atiendan a necesidades reales de infraestructura, que sean universales para los usuarios internos y externos del Ministerio de Salud y que los decretos de urgencia no se dicten solo cuando estemos ante una real emergencia médica.