El suspendido alcalde de Chiclayo, Roberto Torres Gonzales, abandonó esta noche la Clínica El Pacífico para ser traladado hacia el penal de Picsi. En dicho recinto permanecerá 18 meses, mientras lo investigan por los presuntos delitos de corrupción de funcionarios, lavado de activos y asociación ilícita para delinquir en agravio del Estado y de la municipalidad provincial.
Torres dejó la clínica en una silla de ruedas. En todo momento estuvo acompañado por amigos y familiares, y optó por no declarar a los periodistas que esperaban su traslado.
La prisión preventiva contra el suspendido alcalde fue ordenada por el Cuarto Juzgado de Investigación Preparatoria de Chiclayo. Dicha instancia consideró que Torres tiene suficiente salud para afrontar la detención, pues ya se ha controlado la descompensación que lo aquejó debido a la hipertensión y exceso de glucosa (diabetes).
En el penal de Picsi también se encuentran su pareja, Katiuskha Del Castillo, la madre de esta y otros ocho funcionarios de su gestión, investigados como sus presuntos cómplices.