Un suicidio es una decisión que puede tener varias causas y que podría ser evitado si se llevan terapias que fortalezcan la salud mental. El ex presidente Alan García se suicidó la mañana del miércoles antes de ser detenido por la policía en su casa. Más allá del contexto político de esta situación, es necesario entender que el suicidio es una decisión relacionada a la salud mental.
Cuando una persona se suicida surgen los por qué, el juzgar al suicida y la culpa de los familiares por no haber podido impedirlo.“Qué lleva a una persona a tomar esa decisión es algo muy complejo. En todo caso no es que la persona necesariamente quiera morirse sino que quiere que el sufrimiento acabe y creen que esa es la única solución. El cariño de la familia es muy importante. Eso sumado a las terapias pueden evitar las recaídas”, explicó el suicidólogo y psicólogo psicoterapeuta Álvaro Valdivia, hace unas semanas a El Comercio.
El experto comentó entonces que existen algunos mitos “injustos y muy graves” acerca de los suicidios que son necesarios desterrar. “Cuando ocurre un suicidio, la gente hace comentarios muy ofensivos. Hay mitos que denotan falta de educación. Dicen que cuando la persona intenta o expresa que va a suicidarse lo hace solo para llamar la atención: ‘No le hagas caso’. ¡Menos mal que está llamando la atención! En realidad te está diciendo que sufre y hay que ofrecerle ayuda”, indicó.
El segundo mito y el más recurrente es decir que el suicidio es de cobardes: “Los que viven son los valientes, dicen cuando no tienen cómo opinar si no han pasado por las mismas experiencias”, aseguró Valdivia.
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¿Es posible evitar los suicidios? Valdivia explicó que, generalmente, las personas con riesgo suicida comunican de manera verbal o no verbal sus ideas. Por ello, en la mayoría de casos sí se puede prevenir y trabajar con el paciente para reducir el peligro.
El suicidólogo indicó que hay varios síntomas que pueden alertar frente a un posible suicida: cambios bruscos de ánimo, depresión fuerte, ansiedad. Algunas personas, aseguró, planifican mucho su muerte. Si de pronto comienzan a arreglar testamentos o documentos, hay que preguntarle si están bien. “A los primeros los llamamos ilación suicida: cuando la persona te dice de frente que se quiere matar. La indirecta se presenta con frases como ‘quisiera dormir y no despertar’, ‘quisiera quedarme en las nubes’ y otras similares. Pero hay un pequeño grupo de personas que toma la decisión de improviso, ante una situación de mucho estrés“, aseveró. El especialista cuenta que hay personas no buscan hablar del suicidio con la gente que está en riesgo porque creen que le meterán la idea en la cabeza. “No es cierto. Pero si van a hablar que sea porque tienen un interés genuino en ayudar. Le pueden preguntar, por ejemplo, si desea que lo ayude a contactar con un especialista”, dice Valdivia.