Hoy se cumple una semana de huelga indefinida de los pobladores y autoridades de Machu Picchu pueblo en contra de las empresas ferroviarias encargadas de trasladar a los turistas hasta la ciudadela inca. En la siguiente entrevista con El Comercio, Alberto Valdez Galdós, gerente general de PeruRail, uno de los dos operadores ferroviarios, da a conocer la posición de la firma frente a los reclamos.
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Fue el pasado miércoles en la noche cuando empezó la huelga indefinida, después de una reunión entre los líderes de las organizaciones civiles en Aguas Calientes, como también se conoce a Machu Picchu pueblo. Los huelguistas, entre otras cosas, exigen a los empresas ferroviarias un mayor número de frecuencias [viajes de ida y vuelta] y disminuir los precios de sus tarifas para impulsar la visita de los turistas locales y nacionales.
El Comercio: PeruRail es considerada una de las empresas más enfrentadas a la población, los reclamos no son de ahora, sin embargo, estos se agudizan porque estamos viviendo en un contexto difícil por la pandemia. En los últimos años, ¿qué cambios hizo PeruRail a fin de optimizar sus servicios?
Alberto Valdez Galdós: las manifestaciones en Machu Picchu y, en general, en el país son cíclicas y van marcadas por el contexto político y electoral del país.
Los reclamos que se vienen presentando en Machu Picchu no están referidos a la calidad del servicio del tren local, sino a la capacidad y tarifas para el turismo nacional. Recordemos que el pedido de los manifestantes es trenes exclusivos para peruanos a tarifas sociales.
Ese tipo de servicios no es viable. No existen aviones solo para peruanos a tarifas sociales, no existen hoteles o restaurantes solo para peruanos a tarifas subvencionadas.
Permítame explicarle lo siguiente: la actual capacidad del servicio del tren local está en promedio al 60% de ocupación. Esto significa que en el servicio que la empresa ofrece a la comunidad y también a los turistas nacionales a 12 soles aún tiene capacidad disponible, por lo que no vemos que esto sea realmente un problema.
Como tampoco vemos que el problema sea la tarifa, ya que el turismo nacional paga en el servicio del tren local 12 soles por viaje, mientras que en los trenes turísticos tenemos tarifas promocionales desde 45 soles por viaje para el turista cusqueño y para el nacional desde 90 soles.
Entonces realmente los pedidos de más trenes de este tipo para atender de manera exclusiva al turista nacional a tarifas subvencionadas no corresponde, como tampoco corresponde que sea el privado quien asuma el rol subsidiario del Estado.
Nos parece que aquí hay muchos intereses políticos por desinformar a la población, y se trata de lo siguiente: primero, no es una obligación contractual del operador ofrecer el servicio local, sin embargo lo hacemos y con mucho compromiso, tanto es así que transportamos al año el mismo número de pasajeros en trenes turísticos que pasajeros en trenes locales.
En segundo lugar, es necesario aclarar que tampoco es una obligación del contrato de concesión ofrecer el servicio local, y eso está escrito en el contrato que el Estado peruano firmó con el concesionario en 1999.
En tercer lugar, somos el único operador ferroviario que viene ofreciendo servicios a la comunidad, no solo con el tren local, sino con servicios sociales de transporte de carga, alimentos, combustible y otros, donde la tarifa social va desde 26 soles por tonelada transportada.
Además, nuestra empresa ofrece el servicio de transporte de residuos sólidos de Machu Picchu sin que se cobre nada por este servicio.
Mientras somos el único operador que ofrece estos servicios, hemos impulsado tarifas bastante atractivas para sumarnos a la reactivación del turismo, con tarifas promocionales de hasta 80% de descuento en trenes turísticos para alentar el turismo interno, pero lamentablemente la actual paralización genera una imagen negativa que atenta contra la reactivación de la actividad turística en este destino.
Lamentablemente, ahora, debido a las manifestaciones, nos vemos impedidos no solo de operar los trenes turísticos hacia Machu Picchu, sino de ofrecer los demás servicios a la comunidad.
Algo adicional que me gustaría mencionar es que el tren local ha sido remodelado completamente entre diciembre de 2016 y marzo de 2018, con una inversión bastante importante para nuestra empresa, pero con el objetivo de brindar mejores servicios a la comunidad. (El proceso de cambios del servicio se dio coche por coche y no se hizo todo al mismo tiempo para evitar dejar sin capacidad el servicio).
En la segunda mesa técnica realizada el jueves en la Dircetur Cusco, el viceministro de Transportes, Paul Caiguaray, señaló que no se llegó a solucionar las principales exigencias de Machu Picchu, pero refirió que sí se llegó a un consenso en el punto referido a infraestructura y paraderos en la ruta ferroviaria. ¿A qué acuerdos se llegó y para cuándo se podría concretar los mismos?
Las labores de infraestructura están a cargo del concesionario Ferrocarril Trasandino y no de nosotros, que somos el operador ferroviario. Lo que sabemos es que les han pedido la ejecución de paraderos intermedios y de acuerdo al informe que presentaron, estos estarían listos para ser entregados durante los primeros meses del siguiente año.
La entrega de estas obras consiste en la construcción de una estación en Piscacucho, además de los paraderos en Chilca, Tancac y Qoriwayrachina (sector que requiere el apoyo del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas ya que es un área protegida y requiere su autorización).
Sin duda, estas obras mejorarán la experiencia de embarque y desembarque de las comunidades, por lo cual saludamos estas iniciativas del concesionario.
Recogiendo las demandas del Comité de Lucha de Machu Picchu, existen muchos cuestionamientos al servicio, por ejemplo, las limitaciones para la compra de pasajes, que se considera discriminatoria. Antes de la pandemia, los boletos para los servicios turísticos, cuyo público generalmente es extranjero, se podían comprar por la web, pero los boletos para turistas nacionales que quieren acceder al tren local no se adquieren por Internet, sino por ventanilla, lo que generaba enormes colas en la madrugada y poco personal atendiendo a la gente, considerando además que la mayoría de frecuencias del tren local no salen de Cusco sino de Ollantaytambo (Urubamba). Dicho lo anterior, ¿han considerado reorganizar el sistema de ventas y habilitar también la compra virtual de boletos para el tren local?
La compra del servicio local es presencial, a través de las boleterías ubicadas en Cusco ciudad, Ollantaytambo, Machu Picchu, Hidroeléctrica y Santa Teresa, precisamente porque este tren es un servicio orientado principalmente al poblador local, al cusqueño que se desplaza haciendo uso del tren en zonas donde no hay otro medio de transporte, y no con fines turísticos o recreativos, sino para lograr desplazarse de un punto a otro y poder realizar sus labores diarias (recordemos que el funcionamiento del tren local es como el de un bus en la zona).
En ese sentido, las comunidades principalmente pueden acceder a la compra en estos puntos de venta y viajar directamente; o también, si embarcan en puntos intermedios, pueden acceder a boletos que se emiten a bordo del servicio y, con ello, no tener que dirigirse a estaciones.
No se vende por la web porque es un servicio que funciona como un bus y está dirigido casi en su mayoría a las comunidades.
Los turistas nacionales también pueden comprar sus tickets en los puntos de venta. Obviamente el servicio está sujeto a disponibilidad y, por tener tarifas no comerciales, tiene una gran demanda en temporada alta.
Desde 1 de diciembre, la empresa dispuso que el turista nacional al igual que el cusqueño acceda al tren local con un costo de 12 soles en las rutas de Ollantaytambo - Machu Picchu (viceversa) en cuatro frecuencias diarias. Las denuncias de usuarios señalan que cuando un turista nacional quiere acceder a comprar en ventanilla, los vendedores les señalan que ya están agotados; incluso refieren que les dicen que recién se tendrá disponibilidad de espacios en dos semanas. Entonces, muchos turistas optan por ir a los paraderos (Piscacucho, Chilca, etc.) para conseguir asientos del tren en intermedios. ¿No consideran que esto promueve la informalidad?
Debemos entender que la capacidad del tren local es limitada, al igual que cualquier servicio. En ese sentido, cuando se agotan los espacios para atender al público nacional, deben optar por fechas posteriores u optar por las opciones de servicios turísticos nuestros o de la competencia.
Por el contrario, el público local, usuario principal del servicio, cuenta con una capacidad asignada permanente que permite que puedan acceder al servicio en cualquier momento. La capacidad del servicio está reservada para ellos, no solo para los pasajeros que suben en estaciones, sino para aquellos pobladores de comunidades que van a subir y bajar en el camino.
La informalidad se genera cuando los turistas nacionales se desplazan a puntos intermedios de la ruta para embarcar a la fuerza un tren, tomando por asalto no solo las vías férreas sino también los trenes.
PeruRail ha informado de este hecho a las autoridades competentes, como el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) [Cusco], entre otros, a fin de evitar este tipo de acciones y que se puedan tomar medidas correctivas en el sector.
- Otro cuestionamiento del Comité de Lucha de Machu Picchu es que PeruRail solo garantiza 100 espacios para los turistas nacionales en dos coches, y el resto de turistas se queda sin comprar ese boleto; en otros casos optan por no viajar, otros deciden adquirir boletos en los servicios turísticos. Desde diciembre, ¿cuántos son los asientos/espacios que se destinan a los viajeros nacionales y de este qué porcentaje representa la capacidad total del tren?
Reiteramos que el tren local tiene una finalidad social que favorece principalmente al habitante de Machupicchu y las comunidades. En ese sentido, antes de la pandemia el tren local transportaba diariamente a más de 3.200 pasajeros en total, entre pobladores locales y turistas nacionales.
Desde el 1 de noviembre, con el cumplimiento de los protocolos sanitarios por la COVID-19, el aforo del tren local se vio seriamente afectado y solo podíamos transportar 1.100 pasajeros que equivale al 33,7%, por dicho motivo solicitamos al MTC que nos permita ampliar el aforo del tren local, al igual que se otorgaron las licencias del servicio urbano para alcanzar la capacidad total y trasladar al 100% el número de asientos del tren local.
Ahora tenemos una capacidad de 2.200 asientos al día en el tren local, lo que representa el 67,6% de la capacidad del tren local, porque este servicio que funciona como transporte público antes de la pandemia podía transportar pasajeros de pie.
Teniendo en cuenta que desde diciembre el MTC amplió el aforo de los trenes a un 100%, además, también desde este mes el Ministerio de Cultura estableció el ingreso de 1.116 visitantes por día al Santuario de Machu Picchu y aprobó el ingreso de menores de 12 años, ¿por qué la tarifa del tren local es 12 soles y no se regresó a los 10 soles, que era el costo antes de iniciarse la pandemia?
La tarifa actual de 12 soles en el tren local para el turista nacional es una tarifa social. El servicio local que ofrecemos a la comunidad tiene además tarifas para los pobladores de Cusco, Anta, Ollantaytambo, Urubamba, y Machu Picchu de 3 y 5 soles en el servicio local.
La tarifa anterior era de 10 soles para pasajeros provinciales (Cusco) y el turismo nacional, la cual no varió desde 1999, ni siquiera por concepto de inflación. El reciente incremento de 2 soles no representa el costo de la operación, sigue siendo una tarifa social.
Los gastos en los que incurre la operación del tren local, además de mantener la operación en servicio, personal, gastos de mantenimiento, combustible, reparaciones, remodelaciones y otros; ahora está incluyendo un protocolo de bioseguridad contra la COVID-19 y, claro está, que estos gastos no llegan a ser cubiertos con el costo de los pasajes del tren local.
- ¿Habrá alguna modificación de la tarifa?
Como hemos explicado, los precios de los boletos en el tren local son bajos, desde 3 y 5 soles para el poblador local y 12 soles para el turista peruano; es por eso que no tendremos ninguna variación de las tarifas que ya tenemos establecidas para pasajeros locales y nacionales en el servicio del tren local.
Hay que tener en cuenta que nuestra empresa no ha operado durante los 8 meses que estuvo restringido el transporte turístico y este hecho también nos ha golpeado como a muchas empresas del sector.
- ¿Cuál es la situación del costo de los pasajes de trenes en la ruta Hidroeléctrica – Aguas Calientes?
Existen 2 opciones:
Los costos de los pasajes en el tren local en la ruta Hidroeléctrica Machu Picchu van desde los 3 soles para los habitantes de Machupicchu y las comunidades y 7 soles para pasajeros de Cusco y nacionales.
Además, estamos ofreciendo esta ruta en nuestros trenes turísticos con tarifas de 15 soles para pasajeros de Cusco y 30 soles para el turismo nacional, ampliando las opciones de viaje para la visita a Machu Picchu.
- En la misma línea, según el pliego de reclamos que ha sido expuesto también en la primera mesa técnica, se exige que PeruRail implemente tres frecuencias exclusivas diarias, cada una con seis coches en tres horarios diferentes para el turismo nacional, y ello garantice que más turistas nacionales accedan al servicio de tren local, ¿cuál ha sido su posición?
Crear estas frecuencias exclusivas para el turismo nacional, como se ha solicitado, es poco probable. Si ponemos un ejemplo, esto sería como pedirle a una línea aérea crear frecuencias de vuelos solo para peruanos a tarifas sociales, eso sería imposible.
Lo que seguiremos haciendo es mantener las tarifas con descuentos y ofrecer más alternativas que le permitan al turismo nacional seguir creciendo y accedan a estos servicios de transporte turístico, dejando más espacios para las comunidades que usan el tren local. Además, tendrán a disposición las frecuencias que ya han sido habilitadas para el turismo nacional en el tren local.
También, como lo he comentado previamente, el problema no es que falte capacidad o que las tarifas estén más altas. Ya vimos que la capacidad del tren local no está siendo usada en su totalidad y que las tarifas en los trenes turísticos ya son bastante económicas.
Aquí el problema es que no se está analizando la situación en su entera dimensión: estamos esforzándonos mucho para reactivar la actividad turística, en un destino que antes recibía en temporada alta hasta más de 5.000 visitantes al día, entre peruanos y extranjeros, quienes llegaban en los trenes turísticos y locales pagando las tarifas regulares del servicio (sin los descuentos que tenemos ahora).
Ahora tenemos una actividad golpeada a causa de la pandemia que lamentablemente aún no se supera y cuyo impacto es que la recuperación de la actividad sea lenta.
- ¿El incremento de frecuencias, coches depende de ustedes o de la empresa concesionaria, Ferrocarril Transandino (Fetransa)?
La determinación de las frecuencias y su eventual incremento corresponde al concesionario como administrador de la línea férrea. Lo que tenemos entendido es que actualmente ambos operadores tienen asignada toda su flota a las frecuencias que tienen asignadas cada uno. Para solicitar otras frecuencias o incrementar coches, tendrían que contar con más locomotoras y coches, o más autovagones, y solicitar frecuencias adicionales al concesionario. Cualquier cambio o incremento en las frecuencias corresponde ser evaluado y autorizado por el concesionario.
En cuanto al uso de coches, y la clase de servicio que se presta en ellos, corresponde a cada operador. Recordemos que desde hace más de 10 años somos dos operadores que prestamos servicios en la ruta Cusco - Machupicchu (no existe un monopolio como erradamente algunos indican algunos); y cada operador decide qué tipo de servicio presta en las frecuencias asignadas a cada uno. Tal es así que dentro de las frecuencias que tiene a su cargo Perurail, destina 10 frecuencias al Tren Local. Es más, al otro operador le han pedido que también designe algunas frecuencias a servicios sociales.
- En una entrevista pasada a El Comercio, usted refirió que los descuentos en los trenes turísticos con los viajeros nacionales han tenido éxito entre los turistas nacionales que viajan a Machu Picchu, también señaló que desde que las operaciones se reanudaron a inicios de noviembre, el 25% de los pasajeros del tren turístico son cusqueños y el 75% son peruanos. Si el panorama era alentador o positivo, ¿qué tan factible era la ampliación de frecuencias y modificar las tarifas de acuerdo al bolsillo del turista nacional de ahora en un contexto de pandemia donde la economía es ajustada? Según los manifestantes, se les señala de no impulsar la reactivación económica a través del turismo
Rechazamos rotundamente las acusaciones que nos señalan de obstruir el turismo. PeruRail es una empresa que, por el contrario, promueve la reactivación turística que viene siendo tan golpeada en estos últimos meses y prueba de ello son todas las promociones y tarifas accesibles que estamos lanzando desde que reiniciamos nuestras operaciones el 1 de noviembre.
Como habíamos mencionado, la respuesta del turismo nacional fue bastante positiva y creemos que los viajes iban a seguir en esa línea, razón por la cual extendimos las promociones, pero debido a las manifestaciones todos los avances se han visto frustrados.
Definitivamente la demanda no es la misma que teníamos antes de que llegara la COVID-19 y nuestros horarios han ido abriéndose poco a poco, sobre los cuales se proyectaba un incremento paulatino conforme vaya evolucionando la demanda. Ahora, con este retroceso, esperamos poder mantener las frecuencias que vienen operando y con el tiempo llegar al 100% de nuestra operación.
Lamentablemente, como empresa privada nos hemos visto afectados por no operar en casi 8 meses; por este motivo no estamos en condiciones de implementar lo solicitado.
- En julio de este año, el Ministerio de Cultura determinó el nuevo número límite de visitantes al santuario en la Resolución Ministerial 173 - 2020 - MC, en el que indica que 2. 244 es el capacidad máxima de admisión de visitantes por día (actualmente solo el 50% del aforo total está permitido), este número máximo se cumplirá cuando la pandemia generada por el coronavirus haya culminado. ¿Se han proyectado a ampliar sus frecuencias considerando la cantidad de turistas que recibirá a futuro Machu Picchu? ¿Es factible?
Si la demanda aumenta, seguiremos abriendo la operación en nuestros horarios hasta llegar a ofrecer nuestros servicios en todas las frecuencias que tenemos, como antes de la pandemia.
Tener más horarios de los actualmente establecidos dependerá del concesionario; pues ellos revisan si técnicamente es posible.
Nosotros cumplimos con la malla horaria establecida, y los horarios asignados a nosotros como operadores.
- Otra de las demandas es la revisión del contrato de concesión entre el MTC y Fetransa - según las autoridades - para facilitar condiciones en cuanto a fletes y tarifas que sean favorables a la segmentación del mercado del turismo local, nacional y extranjero. ¿Qué posición han tomado al respecto?
El contrato de concesión ha sido celebrado entre Ferrocarril Transandino y el Estado peruano, y entendemos que cualquier revisión debe ser realizada entre estas partes.
Nuestra posición siempre será respetuosa de los acuerdos a los que lleguen el Gobierno y el concesionario ante cualquier medida que como operadores debamos acatar, siempre de conformidad con el marco legal y contractual aplicable.
- El gobernador regional de Cusco, Jean Paul Benavente, refirió en una entrevista sobre la posibilidad de que se autorice a una empresa regional para que opere en la ruta férrea a Machu Picchu. ¿Qué opinión le merece?
Actualmente, somos dos operadores que prestamos servicios en el tramo sur oriente del ferrocarril y no es un monopolio como se suele señalar.
Si el gobierno regional desea operar servicios para la población a tarifas sociales, debe iniciar el procedimiento correspondiente ante el MTC. Como empresa, aplaudimos la libre competencia.
¿Qué alternativas han planteado a los reclamos de los manifestantes? ¿Hay algún pedido que es inviable?
Entre las demandas que se han presentado, está la de tener frecuencias exclusivas para atender al turismo nacional con tarifas similares a las del tren local.
PeruRail, como empresa, entiende que exista una necesidad de acceder a tarifas más bajas y así estimular la reactivación del sector; sin embargo, deben tener en cuenta que ya estamos haciendo un gran esfuerzo transportando a los pasajeros locales con precios que van desde 3 soles y turistas nacionales a 12 soles además de haber lanzado promociones en los servicios turísticos con descuentos de hasta 80% con el fin de incentivar el turismo interno.
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Ofrecer una tarifa plana para pasajeros nacionales en tres frecuencias adicionales a las que ya venimos ofreciendo con el Tren Local no es algo viable para la empresa. En las condiciones actuales lamentablemente sería un esfuerzo económico que no tenemos la capacidad de afrontar.
Creemos que para llegar a una tarifa de este tipo, se requiere el subsidio y participación del Gobierno, ya que ese rol no le compete a la empresa privada.
- La situación en Machu Picchu se agudiza. En un pronunciamiento difundido el sábado, las autoridades regionales, alcaldes distritales y provinciales han señalado que se han agotado las vías de diálogo directo realizadas desde el 2019. Califican de “intransigente” la actitud y que “no han demostrado voluntad para promover soluciones”, según indica el pronunciamiento. Ante ello, les dieron un ultimátum de cinco días para que junto a IncaRail y Fetransa solucionen las demandas. ¿Qué tan complicado es y de qué depende resolver las demandas?
Todo lo contrario. En cada convocatoria de reunión hemos estado presentes, y no solo ahora sino siempre, con la mayor disposición al diálogo y a atender las inquietudes razonables.
Esa disposición al diálogo por parte de la empresa se puede ver en las múltiples reuniones en las que participamos; comités de trabajo de los que formamos parte, los cuales se materializan en apoyos para la comunidad; y atención de emergencias por ejemplo.
Precisamente antes de que se generaran estas reacciones, nuestra empresa anunció tarifas promocionales para el turismo interno en los trenes turísticos, lo cual fue muy bien acogido por las agencias de viajes formales de Cusco y por los peruanos que han comprado sus tickets de tren.
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Asimismo, desde el reinicio de operaciones el 1 de noviembre y hasta antes de la paralización, hemos transportado a más de 21.800 pasajeros en trenes turísticos y, con ello, hemos apoyado a más de 90 agencias de viaje formales en Cusco a retomar sus actividades. La paralización de operaciones ha afectado a 3.000 pasajeros entre el 10 y 14 de diciembre y eso lamentablemente, ha tenido un impacto negativo en servicios hoteleros, transportistas, guías, artesanos, restaurantes, comercios diversos, entre otros.
Además, debido a la manifestación en Machu Picchu, se ha suspendido toda la operación de trenes locales, servicios de carga y equipaje que abastece de alimentos y combustible a la comunidad, además del servicio de transporte de evacuación de residuos sólidos. Sin contar con frustrar el viaje de peruanos que apostaron por la reactivación del turismo y el destino Machu Picchu.