El Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de Castilla ordenó esta mañana nueve meses de prisión preventiva para Abel Jiménez Sánchez, presunto autor del asesinato del suboficial PNP Jorge Luis Calle Espinoza. El crimen ocurrió el último martes en la urbanización Miraflores, ubicada en el referido distrito piurano.
Jiménez Sánchez es investigado por los presuntos delitos de homicidio calificado, tenencia ilegal de armas y hurto simple en grado de tentativa.
Tras escuchar los fundamentos del representante del Ministerio Público y de la defensa del investigado, el juez Galileo Galilei Mendoza Calderón concluyó que se cumplen los tres requisitos que exige el Código Procesal Penal para ordenar la prisión preventiva, mientras duren las investigaciones del proceso. Estos son: la existencia de “graves y fundados elementos de convicción” que vinculan a Jiménez Sánchez con el crimen, que la pena por los delitos que es procesado supera los cuatro años de prisión y que existe peligro procesal (peligro de fuga y de perturbación de la investigación).
Durante la audiencia, realizada en el Módulo Básico de Castilla, el imputado reconoció haber disparado, pero dijo que lo hizo producto del forcejeo que sostuvo con el policía que lo intervino. Reconoció que es natural de la ciudad de Ascope (La Libertad) y manifestó que se encontraba en Castilla buscando empleo.
Los hechos que motivaron este proceso ocurrieron la tarde del último martes en circunstancias en que el policía intervino la mototaxi donde se trasladaba el imputado y dos sujetos más conocidos como “la gringa” y “el negro” y, que según la Policía Nacional, serían el trujillano Frank Peña y el piurano Bemkert Jiménez, capturados ayer por los agentes.
Según un testigo, estos se opusieron a la intervención policial. Jiménez Sánchez habría efectuado un disparo al aire para facilitar su huida y la de sus acompañantes. Ante esta situación, el agente policial Jorge Luis Calle Espinoza inició la persecución generándose un fuego cruzado. Luego, ambos forcejearon, producto de ello el policía recibió un disparo de arma de fuego en la cara, debajo del ojo izquierdo, lo cual provocaría su muerte.
Posteriormente, personal policial capturó al ahora imputado, hallándosele en el registro personal un arma de fuego y un silenciador, además de la pistola y la radio del policía abatido.