Una casona de techo alto erigida en la primera cuadra de la calle Pebas esconde a puertas abiertas un tesoro cultural iquiteño. Dentro de la primera pinacoteca de la capital loretana nos recibe su creador, Jorge Linares. “Presta atención”, nos dice antes de que entren tres jovencitos a la sala. Son sus hijos: Victor (12), Carl (16) y Rafaella (17), quienes comienzan a recitar de memoria poemas de César Calvo, décimas de Nicomedes Santa Cruz y los datos más interesantes de la región. “Mi padre nos inculcó el hábito de la lectura desde niños y yo hago lo mismo con mis hijos”, explica.
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Como parte de la campaña Peruanos que Suman de El Comercio y el BCP llegamos a Iquitos para conocer al coordinador de Iquitos Cultural, desde donde se ha lanzado un programa social que busca combatir los preocupantes niveles de pobreza, violencia y contaminación en el conocido barrio de Belén.
El hábito inculcado por su padre, y reforzado en el colegio San Agustín, nutrió en el corazón de Jorge el amor por su ciudad. “En Iquitos, un porcentaje muy alarmante de la población crece desconociendo el patrimonio de su ciudad. Cuando yo lo conocí me apasioné muchísimo”, explica.
Ya como adulto participó de la gestión pública como director regional de Turismo y jefe de turismo en Maynas, pero también ha destacado en el sector privado trabajando junto a los hoteles más reconocidos de la ciudad. Además, ha sido catedrático de la Universidad Peruana del Oriente y la Universidad Científica del Perú.
“Como parte de mi trabajo pude conocer las diferentes necesidades de mi región y en un momento simplemente decidir poner manos a las obra, cambiar la situación”, explica.
A Jorge se unieron una decena de empresarios y emprendedores de la ciudad para crear el Patronato Cultural de Iquitos. Además, comenzó a convocar a destacados chefs de la ciudad y los llevó a la triple frontera con Colombia y Brasil para impulsar un proyecto de turismo transfronterizo del lado peruano.
La pinacoteca y una interesante ruta gastronómica por la ciudad son otros de sus proyectos o “hijitos”, como le llaman en el Patronato. “Pero el hijito más pequeño es el Proyecto Turismo Belén (PTB), apenas llevamos cuatro años en él y nos llena de esperanza los resultados que podremos obtener”, explica Linares.
El PTB surgió en el 2020 inspirado en un proyecto que se realizaba en barrios marginales de Argentina, Colombia y Brasil. “Si hablas de Belén se te viene a la mente delincuencia, prostitución, abandono, contaminación ambiental. Nosotros queremos cambiar esa realidad”, asegura.
Y para Jorge el mejor camino hacia ese futuro prometedor es la educación. Por ello, estos últimos cuatro años empezaron a trabajar de la mano de autoridades, ONG e instituciones locales para formar a los niños y jóvenes del centro poblado Nuevo Campeón en nuevos orientadores turísticos.
“Ya hemos demostrado que esto funciona. Recuerdo la experiencia, por ejemplo, con Pedro, un niño de la comunidad San Rafael que conocimos cuando tenía 10 años. A Pedro lo formamos para que se dedique a cuidar el mariposario local, luego le conseguí una pasantía en un hotel local y ahora con todo ese conocimiento ha ingresado a estudiar Biología en la universidad. Ese chico ya no se expone a caer en un trabajo precario o en algún vicio, las niñas reducirán el riesgo de volverse madres adolescentes o ser explotadas sexualmente”, resume Jorge.
“El proyecto es muy grande y sabemos que lo lograremos, sobre todo porque las instituciones se siguen sumando. Por ejemplo, ahora estamos a la espera de que la Iglesia de Bagazan se una para que el trabajo crezca en la zona”, asegura el coordinador.
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