Al igual que otros líderes políticos peruanos, Lourdes Flores (Partido Popular Cristiano) cuestionó la posición del gobierno de Ollanta Humala ante los hechos de violencia en Venezuela, que complican el régimen de Nicolás Maduro.
“Critico de la forma más severa la debilidad y tibieza del gobierno peruano. Fue débil y tibio cuando, al conducir la Unasur, permitió, aquí en Lima [en una reunión que se realizó en marzo], de una manera irresponsable, que se convalidara una elección a todas luces fraudulenta. Fue irresponsable cuando, invitado por los Amigos de Venezuela, llegaron líderes venezolanos en Lima, entre ellos Henrique Capriles, y el presidente se corrió y no los quiso recibir”, comentó en un diálogo con “Canal N”.
“Sigamos insistiendo para que la posición del gobierno, que ha ido de fría a más o menos tibia, pase a ser una posición genuinamente democrática. [...] Desde luego uno no sabe cuántos favores debe pagar por esta materia”, dijo luego, en tácita referencia a los vínculos del mandatario peruano con el chavismo.
Flores también hizo un llamado a la paz, y espera que los hechos que ocurren en el país sudamericano lleven a la caída del gobierno de Maduro.
“Ruego a Dios que esta violencia se convierta en el fin del gobierno de Nicolás Maduro. Sé que es un proceso duro, pero lo que pasa en Venezuela no es accidente. América Latina está con un cáncer. Y el Perú democrático debe reaccionar”.
CASO SECADA
Flores Nano también ratificó su respaldo al regidor Pablo Secada, quien fue denunciado por violencia familiar y por agredir a una policía.
“Un político siempre está expuesto a la crítica ciudadana. A todos les hago ver que, si me he manifestado en la forma que lo he hecho, es porque creo haber hecho un juicio personal y político de las circunstancias. Y, con un grado de madurez, en la vida se tiene que mirar con un poco más de serenidad las cosas”.
Pidió que se esperan las investigaciones del Tribunal de Ética y Disciplina del PPC y del Ministerio Público.
Respecto a su relación con el presidente del PPC, Raúl Castro, con quien se reunió la semana pasada, dijo que, como militante, le debe obediencia.
“Yo soy una militante. Le debo al presidente del partido toda la obediencia que un militante debe tener. No hay divisiones”.