Casi todo el 2020 estuvo marcado por la pandemia del coronavirus y sus consecuencias. Pero por si fuera poco, en noviembre, hacia finales del año, a la problemática sanitaria, económica y social se sumó una nueva crisis política. Dicho contexto y sus protagonistas se vinculan a las respuestas de los encuestados por El Comercio-Ipsos en torno a los personajes y hechos negativos y positivos de los golpeados doce meses transcurridos.
El personaje negativo
De acuerdo al estudio nacional urbano-rural, el 63% de entrevistados considera a Manuel Merino de Lama como el personaje negativo del año. El congresista de Acción Popular encabezó un breve gobierno de cinco días luego de la vacancia de Martín Vizcarra y antes de su renuncia y la posterior asunción del legislador del Partido Morado, Francisco Sagasti.
Para Alfredo Torres, presidente ejecutivo de Ipsos Perú, era una respuesta “esperable”. “Nunca en el Perú ha habido una movilización tan amplia en contra de un presidente o una causa. Merino, lo que representaba para la mayoría era un acto prepotente del Congreso al haber hecho una vacancia exprés”, comenta.
Como se recuerda, Vizcarra no tomó medida alguna y aceptó la decisión tras el procedimiento parlamentario. Este se dio tras conocerse testimonios de aspirantes a colaboradores eficaces que dieron cuenta de que, cuando fue gobernador regional de Moquegua, el ex jefe de Estado habría recibido sobornos por dos obras. Actualmente es investigado por el equipo Lava Jato en torno al Caso Club de la Construcción.
El comunicador y escritor Gustavo Rodríguez coincide con Torres. “Suelo acompañar lo que me dicen estas investigaciones con lo que cuenta la calle a través de los comercios. Y el hecho de que sea el muñeco más vendido o más visible para quemar en Año Nuevo, lo ratifica”, acota el autor de “Traducciones peruanas”.
En la consulta sobre las tres principales personalidades públicas de año para el Perú en términos negativos, a Merino le siguen Antauro Humala (49%) y Ántero Flores-Aráoz (35%). El primero cumple prisión por los hechos del ‘andahuaylazo’ del 2005, a raíz del asesinato de cuatro policías y el secuestro de 21 personas. Su brazo político ha sido la bancada de Unión por el Perú (UPP), cuyos integrantes Edgar Alarcón y José Luna también aparecen con percepción negativa.
Flores Aráoz, por su parte, fue el primer ministro de Merino y un actor protagónico en los momentos de incertidumbre en torno al devenir de dicha gestión. Torres cree que la ciudadanía hace una “asociación” en torno a los personajes citados y lo que significó la vacancia de Vizcarra, quien aparece como el sexto personaje negativo del año (13%).
Rodríguez sostiene que dichos personajes han desplazado, en el último año, a otros políticos como Keiko Fujimori o Alejandro Toledo de la primera fila para ser “castigados simbólicamente”. “El villano político estaba disgregado en una institución, que era el Congreso. La clase política estaba representada por un monstruo de 130 cabezas. Esta crisis obligó a darle un rostro representativo y ese rostro lo dio Merino. Secundariamente, Antauro Humala y así sucesivamente. Merino fue la parte visible”, indica.
El evento negativo
En cuanto a los tres principales eventos negativos del 2020, se perfila en primer término la crisis económica generada por el coronavirus (56%), una consecuencia de la pandemia en sí (48%), que se ubica en segundo lugar. El tercero tiene que ver con la crisis política, se refiere a los muertos y heridos en las marchas contra el gobierno de Merino (34%).
“La crisis económica tiene un alcance muchísimo mayor. En el caso de la enfermedad en sí, hay víctimas mortales, pero la mayor parte logra sobrellevar la enfermedad o evitarla. En cambio, la crisis económica, afecta a casi toda la población, lo que más preocupa de la vida cotidiana a la mayoría es la crisis económica”, explica Torres.
A Rodríguez le llama la atención que los encuestados lamenten más la crisis económica que los fallecidos a raíz del Covid-19. “Como que estuviéramos más preocupados por la debacle económica que por la sanitaria. Tiene que ver con que hay muchos más peruanos que han perdido el trabajo que peruanos que han perdido a familiares y amigos cercanos”, apunta.
El personaje positivo
La encuesta se realizó el 10 y 11 de diciembre, cinco días antes de que el gobierno de Francisco Sagasti admitiera en una conferencia de prensa que no hay acuerdos listos para vacunas contra el Covid-19, y que de la gestión de Vizcarra solo heredó dos convenios preliminares. “La incertidumbre que se generó durante varias semanas, tanto de negociación, como de armado logístico, no ayudó. Estamos en el gobierno de transición recuperando el tiempo perdido”, manifestó aquella vez el mandatario en referencia a la crisis política de noviembre.
Torres considera que, a principios de diciembre, la ciudadanía estaba en el entendido de que las vacunas estaban en camino, aunque hoy no sea así. Así explica que Vizcarra sea el personaje positivo del año (55%), según la encuesta. Agrega que si el estudio se hiciera de nuevo, habría un sector más crítico respecto del expresidente.
“La explicación está en la fecha de estudio. Cuando se hizo, la gente todavía tenía muy fresca la vacancia. Y recordemos la alta popularidad que tenía Vizcarra hasta noviembre. Y en cambio, tenían la creencia de que la vacuna estaba encaminada. Si hiciéramos la encuesta de nuevo en enero, probablemente encontraríamos que no es así. Vizcarra, seguramente, ha perdido la confianza de mucha gente ante este descubrimiento, de que no hay nada avanzado y menos firmado en el tema de las vacunas”, señala.
A juicio de Rodríguez, el capital político acumulado por Vizcarra ha ayudado para que sea considerado el personaje positivo del año: “Nunca fue parte del elenco político que pulula con frecuencia. Cuando fue parte de la plancha de Pedro Pablo Kuczynski, no tuvo gran visibilidad, por lo tanto no carga con la etiqueta de político tradicional. En segundo lugar, no es visto como parte de la argolla capitalina. Su estilo de expresarse no es ampuloso, soberbio, es muy cercano. Sumémosle que fue muy astuto para apropiarse de un reclamo popular: buscar reformas contra la corrupción”.
“Solo esto explica que no haya mucha más gente tratando de lincharlo por la pésima gestión que ha habido con el tema de la vacuna”, precisa.
El presidente Sagasti (37%) es la segunda personalidad con mayor percepción positiva, después de Vizcarra. Rodríguez cree que “cualquier político visto como decente, que sucediera a Merino, iba a ser visto como alguien positivo. Encarna el alivio después de esa semana infernal”.
Pilar Mazzetti, ministra de Salud (38%), aparece en el tercer lugar, y a ella le sigue la exministra de Economía, María Antonieta Alva. “En el caso de Mazzetti, creo que es más un voto de esperanza. La gente espera que sus esfuerzos se traduzcan en resultados. Los días que pasan sin firmarse contratos para la vacuna, pueden ir variando la alta confianza que tiene la gente en ella. En el caso de Alva, fue muy destacada en enfrentarse al Congreso, porque había el riesgo del populismo. Emergió la simpatía de un sector de la población. Si fuera candidata al Congreso, sería elegida de todas maneras”, opina Torres.
Rodríguez atribuye las posiciones de Mazzetti y Alva a que durante la pandemia la ciudadanía se ha visto mucho más vulnerable en cuanto a la salud y economía, por lo que era esperable que los representantes de dichos sectores tuvieran visibilidad.
El evento positivo
Paradójicamente, el principal evento positivo del 2020, para los encuestados, es el desarrollo de vacunas contra el Covid-19 (51%). Una aparente respuesta ante la expectativa en torno al desarrollo de la sustancia y el inicio de su aplicación en otros países.
“La gente está dando una lectura global, no nacional. En el Perú no tenemos vacuna, pero es cierto que el evento más positivo de año en el mundo es el descubrimiento de la vacuna. La esperanza de quienes contestan es que llegue al Perú”, cree Torres.
Rodríguez atribuye el primer lugar a la “gran desinformación” en la población. “Durante meses, a nuestra ciudadanía se le ha dicho que la vacuna está a la vuelta de la esquina. Todo esto es un gran remolino de desinformación, por el cual mucha gente debe pensar que la vacuna no es tan lejana”, agrega.
La labor del personal de primera línea en la lucha contra el coronavirus (45%) y el aumento de camas hospitalarias en todo el país (37%) completan la terna de hechos positivos. Se trata de sucesos, apunta Alfredo Torres, relacionados a la reacción como país ante la crisis.
“Es un año muy duro, sin grandes logros. Al punto tal que los temas que salen como eventos positivos son una esperanza, la vacuna, y los otros que son reacciones a problemas más graves. Frente al Covid-19, la labor de los médicos. Frente a lo que ocurre en el Congreso, las marchas. Pero no es un año del cual nos podamos sentir orgullosos, hemos retrocedido y la gente menciona como hechos positivos aquellos en donde nos hemos defendido mejor de este retroceso”, sentencia.
Gustavo Rodríguez coincide con que los hechos mencionados implican “rascar la olla”. “Estamos tratando de pulir el carbón para sacar diamantes. Y lo más que se puede hacer es reconocer labor de quienes se han fajado, estos héroes cotidianos. Hay un reconocimiento a quienes han hecho que esto no sea peor de lo que ha sido”, finaliza.