Esta entrevista se dio en dos tiempos. El miércoles por la mañana, el congresista Roberto Chiabra (APP) nos recibió en su despacho en la cuadra cuatro del jirón Azángaro para hablar sobre su evaluación del gobierno de Pedro Castillo a 45 días de haber comenzado. Luego, lo volvimos a contactar ante la noticia de la muerte del terrorista Abimael Guzmán.
—¿Qué fue lo primero que se le pasó por la cabeza cuando supo que murió Abimael Guzmán en la cárcel?
Que comenzó el inició del fin de una pesadilla. Una desgracia que nunca debió producirse en nuestro país.
—¿Cuál cree que debería ser la respuesta del Ejecutivo con los restos de Guzmán?
Eso es algo que se tiene que estar analizando y se tiene que considerar la facilidad con que los simpatizantes del Movadef hoy forman parte del Gabinete. Sería muy triste para nuestro país que tengamos a Guzmán en un sitio donde sea venerado como si fuera un gran personaje.
—¿El Congreso podría tomar alguna acción?
Creo que la sociedad. Acá de lo que hablamos es de la dignidad de los peruanos que está siendo afectada. La dignidad de todos nosotros, por ejemplo, la afecta tener a un primer ministro como Guido Bellido o un ministro de Trabajo como Iber Maraví.
Ver también: Murió Abimael Guzmán, el mayor genocida en la historia del Perú
—Quienes han demostrado tener simpatía por Movadef por decir lo menos...
Y ellos mismos están negando su pasado. Ellos quieren borrar en un tuit todo lo que hicieron. Maraví se niega a él mismo. ¿O sea, no existió nada? ¿Todos los atentados terroristas donde él ha participado no existieron? Yo creo que acá se está afectando la dignidad de los peruanos con la presencia de Bellido y Maraví en el Gabinete.
—¿Es simpatía o considera que el gobierno está comprometido con esta gente?
Yo creo que están comprometidos por lo siguiente: todos sabemos que Movadef es el brazo legal de Sendero. La operación Perseo, que ya tiene más de ocho años y hace tiempo ha debido de tener su juicio oral, detectó la relación entre Guzmán desde la cárcel, Artemio en el Huallaga y el Movadef. Entonces, si tú tienes un ministro de Trabajo que en tiempo récord legalizó el sindicato de profesores que son del Conare y que tiene relación con el Movadef, no necesita uno suponer. Se trata de hechos.
—El martes César Tito Rojas visitó la PCM y a través de un comunicado dieron a entender que fueron sorprendidos con su presencia. ¿Usted lo cree?
No somos inocentes. ¿O sea, solo los periodistas sabían quién era y por eso cuando salió su nombre se dieron cuenta? Lo primero que hizo la PCM fue sacar un comunicado echándole, como siempre, la culpa al subordinado, en este caso a la policía, y elude su responsabilidad. ¿O cuando vas a la PCM no te ponen la relación de los que ingresan? ¿Nadie dijo este Tito Rojas no es el César Tito Rojas del Movadef?
—¿Qué sensación le generó conocer de esta visita?
Esta acción de que el Movadef ingresó a la PCM y la otra vez ingresó a Palacio haciéndose pasar por funcionarios del Ministerio de Energía y Minas es una burla a los peruanos de forma abierta. ¿Qué es lo que quieren? Creo que el presidente tiene que reaccionar. La pregunta es: ¿su silencio ante estos hechos es porque los avala? ¿O no quiere decir que forma parte de esta política de debilitamiento de la seguridad nacional?
—¿Cuál es su respuesta?
Su silencio y la permanencia en el cargo del primer ministro y del ministro de Trabajo nos dice que forma parte de esa política...
—Hay fotos del presidente con Tito Rojas de varios años atrás que nos dicen que, al menos, han sido compañeros de ruta...
¿Y el ministro de Trabajo viene a ser su brazo derecho? ¿Por qué no lo saca? Porque los del sindicato de profesores, que son del Conare, le van a decir: “Cómo vas a sacar a nuestro puntal de ahí”.
—Ha pasado una semana desde que Maraví puso su cargo a disposición y sigue ahí. ¿Es una demostración de que Castillo no lo piensa sacar?
Es una demostración de lo siguiente: si el primer ministro se fue por la libre o no. Porque si le pidió que cese [a Maraví] en el cargo, se supone que ya debe haber conversado y tener la aprobación del presidente. Pero si se ha ido por la libre, significa que en el gobierno hay un divorcio.
—¿El camino para Maraví, entonces, es la censura?
Pero ese es el camino que están buscando para que sea el Congreso el malo y disimular la incompetencia. Este no es el escenario del gobierno anterior. En este Congreso, yo he tenido la oportunidad de trabajar con congresistas de diferentes bancadas; existe un consenso para ayudar al Ejecutivo a solucionar la crisis, esta crisis que no se está teniendo en cuenta.
—Entonces, ¿el Congreso debe esperar que Castillo retire a Maraví del cargo?
Ya no. Porque ya se presentó la interpelación y es una censura cantada. ¿Qué bancada le va dar su apoyo al ministro de Trabajo? Ahí vamos a ver.
—Viéndolo en retrospectiva, ¿fue un error darle la confianza a este Gabinete?
No. Porque tampoco hay que ser muy inocente. Yo siempre he hablado de la aplicación inteligente de la fuerza que en este caso son los votos.
—Pero usted fue uno de los que votó en contra...
Sí. Porque yo tengo mis posiciones y principios. ¿Qué cosa es lo que están buscando ellos? Ellos no tienen fuerza en el Congreso. Entonces, lo que buscan es cerrarlo para tener la libertad de convocar a una asamblea constituyente y cambiar la Constitución, para luego estar viviendo lo que está sucediendo en Bolivia y lo que va a suceder en Chile. Eso era lo más fácil. ¿Se la regalamos? No, pues.
—Han salido encuestas sobre la popularidad de Castillo. Si bien son números bajos, no son fulminantes. ¿Tiene que ver en parte por los errores de la oposición?
No.
—¿No ha cometido ningún error la oposición?
La oposición logró la Mesa Directiva, logró la presidencia de todas las comisiones principales. ¿Consideran que es un error haber dado el voto de confianza a Bellido? Habría que verlo.
—Para usted no ha sido un error.
Para mí, no. El error está en confiar en una persona que no tiene palabra...
—¿Pero no es lo mismo?
No darle la confianza a un primer Gabinete también afecta la estabilidad del país en un momento de crisis. Es una cosa que evaluaron también los congresistas. Entonces, no es cuestión de ser radical de acá ni de allá. No es cuestión de decir que se vaya y qué bien que se vaya. Es un equilibrio que hay que mantener. ¿Era necesario darle estabilidad al país con el voto de confianza? Sí. Había que confiar; lamentablemente, no tienen palabra.
—El martes usted no acudió a la cita de Castillo con su bancada, ¿por qué?
Porque iría en contra de mis principios ir donde un presidente que mantiene a Bellido y al ministro de Trabajo.
—¿Su bancada va en contra de sus principios?
Los míos. No los de ellos.
—¿Pero cómo puede estar en una bancada así?
Yo no tengo ningún problema. Lo tendría si no me dejaran opinar y no me dejaran votar. Si a mí me dices: “Sabes una cosa, tú tienes que votar como todos nosotros”, entonces, no. Pero el ingeniero César Acuña lo ha dicho puntual: se respeta la posición del general Roberto Chiabra y la doctora Gladys Echaíz.
—¿Pero ver a su bancada con Castillo en Palacio no le genera una desazón?
Lo que pasa es que hay que tener en cuenta el sentido de la oportunidad. Si el presidente fue el que invitó es porque está buscando que lo apoyen. ¿Qué cosa es lo que le han pedido? Que vea su Gabinete. Que dos personas no pueden causar problemas a la gobernabilidad. Entonces, ¿quién decide? El presidente.
—¿Me dice que no hay negociación con este gobierno en la medida en que no sean retirados Maraví y Bellido?
Para mí, sí. Lo que hace el partido es decirle: “Te doy la aprobación, pero te sigo haciendo control político”. Y si me llamas, te digo: “Parte de mi bancada te ha dado la aprobación, pero a esos dos ministros tienes que sacarlos”. El presidente no debe tomarlo como una derrota política. Es una persona que tiene que darse cuenta de que no está iniciando bien su gestión. ¿Quién imaginó que se iba a presentar un Gabinete de este nivel?
—¿Suscribe las declaraciones de la presidenta del Congreso [María del Carmen Alva] de que la calle pide la vacancia?
¿Qué pide la calle? La calle está pidiendo la vacancia. Lo que pasa que la presidenta del Congreso tiene un problema que por su cargo los de Perú Libre lo toman como si fuera todo el Congreso. Yo he dicho que cuando empiecen a sonar las ollas, van a reemplazar a los clarines...
—Entonces, ¿la vacancia es una posibilidad?
Si la gente ve que este gobierno no tiene rumbo, que la inflación está golpeando, que no hay salida, a pesar de que estamos en un inicio, ¿quién descarta esa posibilidad?
—¿Usted es de los que cree que el gobierno de Castillo, a este paso, cumplirá un año?
A este paso, el gobierno me da la impresión de que se quiere ir solito. No sabe qué hacer. Si tú me preguntas qué hay que evaluar en estos 45 días, mi evaluación es cero.
—Si el presidente insiste con Bellido, ¿también el Congreso lo debe censurar?
¿Pobre Perú, no?
—¿Ahí sí va la censura?
Yo creo que sí. Bellido es insostenible en el cargo.
—¿Quién puede ser un relevo de Bellido en la PCM? ¿Dina Boluarte?
Que lo decida el presidente.
—¿Para usted?
Una persona que genere dos cosas: confianza y expectativa positiva.
—¿Y ella no las genera?
¿Cuál es la experiencia de gestión que tiene para tomar la PCM en un momento de crisis? Eso es lo que uno evalúa en cualquier trabajo.
—Pero viendo la banca de suplentes de Perú Libre, ¿a quién escogería, entonces?
Que pongan un aviso clasificado. Pero si el presidente fue el que dijo que iban a formar un Gabinete con los mejores. Si ellos son los mejores... ¡Pobre, Perú!
—¿Qué esperaba del mensaje a la nación?
Esperaba, en primer lugar, que se iban a dar cambios en el Gabinete y que anunciara medidas concretas. ¿Pero lluvia de millones en un país que no tiene millones?
—Vladimir Cerrón ha dicho que sufre una persecución política y ha salido una alerta policial de que posiblemente deje el país.
Que se fugue, ¿quién lo está persiguiendo?
—¿Es un absurdo que Cerrón hable de persecución política en su contra?
¿Qué cosa quiere? Ellos son los que están en el Gobierno y habla de persecución política. Que tú me digas que eres parte del gobierno, que tienes tu bancada, tus congresistas, tu presidente, ¿y hay persecución política?
—¿A qué responden, entonces, estas declaraciones?
A intentar taponear las denuncias que tiene por corrupción. ¿O también esas denuncias son un invento?
—¿El Congreso tiene que investigar esos casos?
No. El Congreso tiene que hacer investigación política; no debe estar metiéndose en la parte judicial.