Ante un evento como la muerte del cabecilla de una organización que desangró al país desde el 17 de mayo de 1980, cada palabra, cada gesto y cada silencio cuentan. El presidente Pedro Castillo no rompió la acostumbrada distancia que mantiene con los medios para dar un mensaje especial a la nación.
“Falleció el cabecilla terrorista Abimael Guzmán, responsable de la pérdida de incontables vidas de nuestros compatriotas. Nuestra posición de condena al terrorismo es firme e indeclinable”, escribió en Twitter.
Por la noche, Castillo llegó a Puña, en Cajamarca, su tierra natal. Allí organizó un mitin para marcar distancia de los cuestionamientos que se les hace a miembros del Ejecutivo por sus vínculos con los remanentes de Sendero Luminoso. “Hoy se está sepultando también un espacio donde se ha venido cuestionando, y repudio las actitudes que se vienen vinculando con el Gabinete. Y aquellas personas que están cuestionando al gobierno, pido que pregunten a la justicia. Y si hay algún terrorista demostrado en el gobierno, seré el primero en condenarla [sic]”, dijo según imágenes captadas por Canal N.
El presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido, mantuvo silencio durante el día. Por la noche, desde Arequipa, declaró que “ni con la muerte de Abimael Guzmán probablemente muchas heridas no se van a cerrar”. Señaló que el Ejecutivo condena el terrorismo, “venga de donde venga”.
El ministro de Trabajo, Iber Maraví, se limitó a republicar el mensaje del presidente Castillo junto a este mensaje: “Clara posición del presidente, la cual suscribo plenamente”.
En tanto, Hernando Cevallos, ministro de Salud, hizo una declaración que generó críticas: “Me parece lamentable el fallecimiento de cualquier persona en el país. Nadie puede aplaudir que alguien fallezca, independientemente de su pasado”. En su cuenta de Twitter complementó que Guzmán “fue autor de una política de terror genocida que solo trajo dolor al pueblo peruano”.
Otros ministros tuvieron una posición firme en contra de Abimael Guzmán. En TV Perú, el titular de Justicia, Aníbal Torres, señaló que “la vía más apropiada sería la incineración, para no tener un lugar para que determinados peruanos puedan rendir homenaje a este personaje”.
Bellido evitó fijar su posición y consideró que la decisión sobre lo que se debe hacer con los restos del cabecilla de Sendero Luminoso le corresponde al presidente Castillo.
El ministro de Defensa, Walter Ayala, coincidió con Torres en la preocupación por los homenajes que los seguidores de Guzmán puedan hacer, por lo que consideró, en entrevista con Exitosa, que el Consejo de Ministros tendría que sostener una reunión.
Además, Torres recordó que las manifestaciones en favor del cabecilla de Sendero Luminoso son apología de terrorismo. Pero también indicó que para él la etapa de la subversión no se cierra recién hoy, sino que esta culminó con la captura de Guzmán, en 1992.
Los titulares de Economía, Pedro Francke; Interior, Juan Carrasco; y Mujer, Anahí Durand, recordaron la destrucción que causó en familias, comunidades campesinas, policías y Fuerzas Armadas. Por la noche, la vicepresidenta y ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Dina Boluarte, escribió un mensaje en el mismo sentido.
En conversación con este Diario, Salomón Lerner Febres, quien presidió la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), sostuvo que el Ejecutivo tiene responsabilidad en tomar toda la distancia posible respecto a las personas “que parecieran vincularlo con Sendero Luminoso”. “El que haya personalidades públicas vinculadas con el Movadef es una manera muy poco atinada de dar serenidad”, afirmó.
–Líderes políticos–
Lejos del tono de la mayoría de ministros, el secretario general de Perú Libre, Vladimir Cerrón, hizo un llamado a reflexionar sobre “las causales del surgimiento del terrorismo subversivo y de Estado”. Esto pese a que en las conclusiones del informe final de la CVR se sostiene que la decisión de Sendero Luminoso de iniciar la denominada “guerra popular” fue la causa fundamental para el desencadenamiento de la violencia.
En cambio, excandidatos presidenciales y líderes de partidos políticos tuvieron mensajes de claro rechazo hacia Guzmán, el preso 1509. Verónika Mendoza, excandidata de Juntos por el Perú y aliada del gobierno, lamentó el dolor que causó Sendero e hizo hincapié en el trabajo que se debe hacer para construir una democracia sólida.
Desde el otro lado del espectro político, Keiko Fujimori, lideresa de Fuerza Popular, señaló que Sendero Luminoso y Abimael Guzmán “no morirán mientras el Estado no tome medidas definitivas para desterrar su ideología sangrienta y a quienes la promueven que hoy se infiltran desde el gobierno”. Esto en alusión a los cuestionamientos a miembros del Ejecutivo vinculados con el Movadef.
En tanto, Hernando de Soto, excandidato presidencial de Avanza País, condenó a Guzmán y señaló que él se encargará “que el pensamiento Gonzalo muera con él”. La bancada de su partido emitió un comunicado en el mismo sentido: “Se lleva el repudio de todo el Perú y renacen las esperanzas de una pacificación definitiva que le permita a nuestro país desarrollarse en unidad”.
La bancada de Perú Libre publicó un pronunciamiento en el que expresa su voluntad de que este hecho “cierre la etapa de muerte y sangre que tanto dolor le causó a nuestro país”.
Otros legisladores tuvieron la misma actitud, entre ellos la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva (Acción Popular); Susel Paredes (Somos Perú-Partido Morado); y Roberto Chiabra (APP). En comunicación con El Comercio, José Williams (Avanza País), excomando Chavín de Huántar, señaló que había muerto “el asesino más grande que ha tenido el Perú, la persona que más daño le ha hecho a la sociedad, sobre todo a las personas más pobres”.
En tanto, la Defensoría del Pueblo emitió un comunicado para exhortar a las autoridades a tomar medidas para evitar cualquier tipo de culto u homenaje hacia el cabecilla terrorista. La Procuraduría Pública Especializada en Delitos de Terrorismo interpuso una denuncia de acción preventiva contra los que resulten responsables por el delito de apología del terrorismo.