El Congreso no reunió el último viernes los votos necesarios para aprobar el adelanto de elecciones generales a octubre del 2023 y, con ello, reducir los mandatos de la presidenta Dina Boluarte y del Parlamento. El congresista Arturo Alegría (Fuerza Popular) presentó a José Williams, titular del Parlamento, la reconsideración de esta votación que necesitaba por lo menos 87 adhesiones a favor.
Sin embargo, la decisión sobre esta reconsideración ha quedado pendiente, pues la sesión del pleno fue suspendida hasta el siguiente lunes. El texto propuesto por la Comisión de Constitución planteaba que el nuevo periodo presidencial empiece el 1 de enero de 2024 y concluya el 28 de julio de 2029; mientras que el congresal iría del 31 de diciembre de 2023 al 26 de julio de 2029.
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Constitucionalistas consultados por El Comercio coincidieron en que, rechazado el texto que modificó el adelanto de elecciones, pasando de abril del 2024 a octubre 2023, hasta que no se decida la reconsideración o se proponga otra iniciativa ambos poderes del Estado se mantendrían hasta concluir el periodo el 2026.
“Al momento, el Congreso y la presidenta se mantienen al 2026 y no hay elecciones adelantadas. Se pidió una reconsideración, se aprobó y luego se dijo que se vuelva a votar, pero cambiando [el texto] al 2023. Con lo cual nos quedamos sin el texto anterior y sin este último”, detalló el abogado Bruno Fernández, del Grupo Valentín.
A fines de diciembre del 2022, el Parlamento había aprobado con 93 votos a favor, 30 en contra y 1 abstención, la reforma constitucional que permitía el adelanto de las elecciones generales para abril del 2024. Esta votación, sin embargo, se dio luego de que a mediados de diciembre un dictamen que proponía el adelanto de elecciones generales a diciembre del 2023 y el recorte de los mandatos presidencial y parlamentario para el 30 de abril del 2024 no fue aprobado.
“La votación anterior [para elecciones el 2024] queda sin efectos y la que cuenta es la que vimos ayer [viernes] y que no llegó a los votos. En el Congreso se pidió una reconsideración de la votación, que se vería el lunes”, agregó Fernández. Ese día podríamos tener un escenario distinto: el Congreso podría insistir en que las elecciones se realicen este año o retornar a la posibilidad al 2024.
El constitucionalista Alejandro Rospigliosi también afirmó que, al día de hoy, “no hay texto”. “Hubo un primer avance, que era la aprobación en la primera votación para que las elecciones sean en abril 2024. Pero se presentó una reconsideración, no sé si tenían los votos. Que salgan en abril 2024, la gente estaba molesta, pero era mejor a julio 2026. Al día de hoy se van en julio 2026 porque no hay texto. Hay un grupo que es transparente y que [ha manifestado que] no quiere irse”, comentó Rospigliosi.
Los escenarios
Hasta el que Congreso no apruebe un nuevo texto para el adelanto de elecciones, tanto el Congreso como la Presidencia mantienen sus mandatos hasta el 2026. “Hay una desconexión porque las protestas fuera de Lima son terribles. Lo que va a pasar es una provocación y generará más ingobernabilidad. El texto del 2024 quedó sin efecto”, anticipó Rospigliosi en diálogo con este Diario.
El constitucionalista Fernández dijo que el primer escenario es lo que se resuelva respecto a la reconsideración planteada por el congresista Alegría, su rechazo o aprobación. El segundo tiene que ver con la posibilidad de hacer cambios al texto. “Como estamos en fojas cero es posible que hagan cambios al texto, pueden cambiarlo y poner [elecciones al] 2024 y el lunes votar eso u otra fecha”, comentó.
Para Fernández, “los escenarios son bastante amplios”, pero todo debe proceder hasta el fin de la actual legislatura. “El lunes se podría votar nuevamente elecciones al 2024, seguiría siendo la primera legislatura y la segunda a partir del 15 de febrero para la otra votación”, comentó.
De otro lado, anotó que en caso el lunes no haya consenso y por tanto no se plantee ninguna votación, podría mantenerlo pendiente unos días más, teniendo en cuenta la duración de la legislatura. Días atrás, el presidente del Congreso anunció que la actual legislatura se extendería hasta el 10 de febrero.
Asimismo, Rospigliosi coincidió en que si se busca aprobar esta reforma, debe hacerse antes de que termine la actual legislatura. “Se requieren dos legislaturas con más de 87 votos. Es imprescindible, están contra el tiempo”, advirtió.
El abogado adelantó opinó que esta reconsideración tendría que ponerse a votación si es que en la Junta de Portavoces ha evaluado si hay los votos necesarios. “Si no hay, no puede gastar esa opción. Sería irresponsable”, indicó.
En caso hasta el fin de la actual legislatura no llegue a consensos, ni respecto al adelanto de elecciones para el 2023 o 2024, el periodo concluirá sin una reforma aprobada.
Sin embargo, Rospigliosi dijo que otro escenario puede recaer en la presidenta Boluarte. “La presidenta debería usar su facultad constitucional de convocar al Congreso a una legislatura extraordinaria, con agenda única”, comentó. Esto en concordancia con lo establecido en el artículo 118 -inciso 6- de la Constitución.
“Si la legislatura empieza el 15 de febrero, la presidenta tendría cinco días en los que puede usar el artículo 118 de la Constitución y proponer una legislatura extraordinaria con agenda único, con un nuevo proyecto. En esos cinco días debe ella proponer. Si la legislatura termina y no hay reforma, ella que use esos cinco días y proponga esta legislatura extraordinaria”, explicó Rospigliosi.