“Las Fuerzas Armadas (FF. AA.) están al servicio del Estado, no del Gobierno. Eso debe quedar muy claro”, dice el general del Ejército (en retiro) César Astudillo.
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Su salida como jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas unos días antes de la toma de mando de Pedro Castillo –”Pedí mi baja para ser coherente con mi propia convicción”, dijo a El Comercio en aquellos días– fue una primera señal de la tensa relación que habría y evidentemente hay entre Palacio y los cuarteles.
“La Constitución dispone el carácter no deliberante de las FF. AA. Sin embargo, cada declaración política respecto a estas por parte del Ejecutivo solo crea desconfianza”, añade Astudillo.
Balas perdidas
Los desencuentros comenzaron muy pronto. El 4 de agosto, cuando Castillo recién estrenaba gestión, nombró a Manuel Gómez de la Torre como jefe del CC.FF.AA., y eso dio cierta tranquilidad porque se trataba de un oficial de larga trayectoria.
Pero Castillo cambió también a los comandantes generales del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea. No es algo que viole la ley, pero sí es infrecuente que haya relevos tan notorios apenas un nuevo gobernante asume.
En el Ejército fue asignado el general José Vizcarra, quien pronto sería protagonista involuntario de un serio escándalo. En noviembre del 2021, el oficial fue dado de baja sin explicaciones, aunque él sabía los motivos.
“El ministro de Defensa [Walter Ayala] y el secretario general de Palacio, Bruno Pacheco, insistieron en los ascensos de varios recomendados”, dijo días después. El general Jorge Chaparro, comandante de la FAP, hizo una denuncia muy similar y también fue dado de baja.
La aparatosa renuncia de Ayala al ministerio no calmó realmente las aguas. “Hizo mucho daño la inadecuada designación del primer ministro de Defensa de este Gobierno, al considerar a una persona completamente ajena al sector. Eso fue un insulto a las FF.AA.”, dice el general (r) Rodolfo García Esquerre, ex comandante general de la Fuerza Aérea.
¿El actual ministro José Luis Gavidia, oficial de la Marina en retiro, ha ayudado a acercar posiciones? Él, como se sabe, compone el grupo de funcionarios que más defienden la gestión de Castillo.
“No puedo pasar por alto el deplorable rol que cumple el actual ministro, quien, siendo un ex almirante de nuestra Armada, apoya incondicionalmente a un gobierno con serios cuestionamientos de corrupción”, opina García Esquerre.
Disparos al pie
Ni la promesa presidencial de asignar un helicóptero militar “para cada región”, ni la orden de que las FF. AA. patrullen las calles junto a la policía, tensaron tanto esta relación como las recientes declaraciones de Aníbal Torres. “Ya quisiéramos que nuestras Fuerzas Armadas brindaran la misma seguridad (que las rondas)”, dijo el primer ministro.
“Los altos mandos de las FF. AA., en mi opinión, mantienen una relación prudente, frente al comportamiento de las autoridades de gobierno que buscan la forma de controlar al alto mando del Ejército, Marina de Guerra y Fuerza Aérea”, comenta al respecto Jean Pierre Jaureguy, capitán de Navío en retiro.