La Comisión de Constitución iniciará el debate del proyecto de adelanto de elecciones un mes después de que el Ejecutivo presentara la propuesta en el Congreso. Especialistas coinciden en señalar que los plazos son ajustados y que la única forma de aprobarlo es sin referéndum.
Constitución se instaló el martes sin fijar plazos para el debate y no volverá a sesionar hasta el miércoles 4 de setiembre, debido a la semana de representación. Para entonces habrá pasado más de un mes desde que el gobierno presentó la iniciativa.
En esa sesión se debatirá el plan de trabajo y se establecerá la prioridad que tendrán los proyectos acumulados. Ese mismo día hay sesión del pleno y, salvo que se convoque a una sesión extraordinaria para los próximos días, el debate de fondo estaría empezando el miércoles 11.
La próxima semana será de representación, pero Rosa Bartra convocó a tres mesas de trabajo entre los asesores de la comisión, de los congresistas y funcionarios de organismos electorales. La mesa del miércoles estará dedicada al proyecto de adelanto de elecciones.
El reglamento del Congreso fija un plazo máximo de 30 días útiles para dictaminar un proyecto. La iniciativa sobre adelanto de elecciones se presentó el 31 de julio y, bajo ese plazo, el límite sería el 13 de setiembre, pero no se derivó inmediatamente a la comisión. Según el expediente, el proyecto recién fue enviado al grupo el 21 de agosto. Una demora de más de 20 días.
El retraso en el traslado resulta clave. Tomando en cuenta el 21 de agosto como la fecha de recepción, el plazo para dictaminar vence el 7 de octubre. La presidenta del grupo, Rosa Bartra, podría definir el debate es una sola sesión, como lo hizo con el dictamen de la no reelección de congresistas que requirió poco más de 20 minutos [ver infografía]. Sin embargo, otros antecedentes de su gestión muestran que también se podría alargar los plazos, y con ello el adelanto de elecciones a través de referéndum sería casi imposible.
—Voluntad política—Diversos especialistas en materia electoral coinciden en señalar que los plazos son bastante ajustados, y que todo dependerá de la “voluntad política” de la comisión para acelerar el debate. “Viendo los antecedentes de Bartra, va a aprobar un plan de trabajo, luego invitará a especialistas, y con eso irán pasando las sesiones. Hasta el momento, no hay voluntad política, están alargando los plazos”, refirió el especialista parlamentario Alejandro Rospigliosi.
Este año ocurrió algo similar cuando la Comisión de Constitución evaluó el paquete de reforma electoral propuesto por el Ejecutivo en abril. Pese a tener “carácter de urgencia” –lo que obliga a darles prioridad–, Bartra presentó un cronograma donde resucitó proyectos sobre reforma electoral, incluso del 2016.
A la par, se dedicó tres sesiones (más de 6 horas del debate) para que distintos invitados dieran su opinión general sobre el paquete de reformas. El único proyecto que debatieron fue uno en el que aprovecharon para insistir en recortar la facultad del Ejecutivo para presentar una cuestión de confianza.
Irónicamente, el primer ministro Salvador del Solar presentó una cuestión de confianza para forzarlos a debatir seis iniciativas. Incluso se tuvo que ampliar la legislatura para aprobar los proyectos antes de julio.
En declaraciones a El Comercio, el ministro de Justicia , Vicente Zeballos, recordó que el proyecto de adelanto de elecciones tiene carácter de urgencia y que el mismo presidente del Congreso, Pedro Olaechea, aseguró que la iniciativa tendrá prioridad.
“Cuando hay voluntad política, todo es posible. Se convocó a la presentación de ministros cuando no había comisiones instaladas. Ya se acordó un pleno extraordinario de Ética. Esperamos que esa misma voluntad se repita en esta materia tan importante. Desde la perspectiva constitucional no hemos encontrado oposición, lo que hay ahora es oportunidad política”, afirmó.
—¿Sin referéndum?—El ministro Zeballos indicó que, según los cálculos del Ejecutivo, el proyecto debería aprobarse la última semana de setiembre para así poder realizar el referéndum entre la última semana de octubre y la primera de noviembre.
En el referéndum anterior convocado por el Ejecutivo para el 2018, los cuatro proyectos en cuestión se aprobaron el 4 de octubre y el referéndum se llevó a cabo el 9 de diciembre. La diferencia es que esta consulta se realizó junto con la segunda vuelta de las elecciones subnacionales. Cuando se convocó, todo el aparato electoral ya estaba encaminado.
Fernando Tuesta, expresidente de la comisión que elaboró las propuestas de reforma, refirió que este año todo el proceso deberá empezar de cero. “El referéndum tendría que ser convocado, como máximo, a mediados de setiembre. De lo contrario, esto lo sabe Bartra, lo que hace es comprometer el proceso, casi hacerlo imposible”, calculó.
José Manuel Villalobos, presidente del Instituto Peruano de Derecho Electoral, agregó que aun así se logre realizar el referéndum en diciembre, se debe esperar la entrega de resultados oficiales para convocar a elecciones. El resultado del referéndum 2018 fue proclamado casi un mes después.
Si la convocatoria a elecciones ocurre en enero, se acortarían los plazos para las elecciones internas (no las primarias aprobadas en la reforma). Villalobos recordó que este Congreso modificó el cronograma electoral, con lo cual la inscripción de listas debe ser 110 días antes de la elección (antes era 60), algo que se aplicó en el 2018.
“Con esos plazos, las listas tendrían que estar en diciembre del 2019, y como vamos, por esa fecha recién estaríamos realizando el referéndum. Luego viene el período de tachas, la exclusión, la revisión de las hojas de vida. Se va a tener que crear un cronograma ad hoc”, apuntó Villalobos.
Villalobos, Rospigliosi y Tuesta coincidieron en que lo mejor sería evitar el referéndum, acortando esta legislatura y convocando a una segunda en este año. Por tratarse de una reforma constitucional, el proyecto requiere ser aprobado en dos legislaturas. “Acortan la legislatura, se convoca a elecciones en noviembre, las elecciones internas las realizan en diciembre y para enero ya tenemos inscritas las listas de candidatos. Igual tendríamos una campaña corta, pero es mejor que con el referéndum”, explicó Villalobos.
Al ser consultado sobre esta posibilidad, el ministro Zeballos sostuvo: “La iniciativa está en manos del Congreso, que busquen la salida más idónea, con agilidad, pero sin pasar por alto la materia de fondo, que es regresar la institucionalidad del país”.
Fuera del debate técnico, los tres especialistas consultados indicaron que veían pocas posibilidades de que el proyecto del Ejecutivo sea aprobado en el Congreso. “El activo intangible del presidente Vizcarra, antes del audio de Tía María, era su firmeza. Después de su audio, eso desapareció”, afirmó Rospigliosi. Pese a lo que dicen los especialistas, Vizcarra dijo el viernes que confía que el Congreso aprobará su proyecto. Corren las apuestas.