Con un sentimiento de tremenda frustración frente a la incapacidad manifiesta del gobierno morado y del gobierno del señor Martín Vizcarra, hoy candidato al Congreso de la República que tanto despreció, el país se pregunta: ¿Dónde están las vacunas?
Mientras en el resto del mundo, incluida América Latina, gobiernos de los más distintos signos políticos llevan a cabo sendos programas de vacunación con vacunas hechas en China, Rusia, Estados Unidos, Gran Bretaña; en el Perú seguimos indefensos frente a la pandemia. Negociaciones hechas a la sombra y con evidente incompetencia, sin el más mínimo sentido de urgencia. Es en este contexto que el país se prepara incrédulo a llevar a cabo las elecciones generales de abril del 2021, en el año del bicentenario, esperanzado en lo que pueda hacer la ciencia para poner fin a la pandemia y regresar a una cierta normalidad.
Pero no a la “normalidad” del 13 de marzo del 2020. Como en tantas ocasiones anteriores, la ciudadanía exige un cambio –pero no cualquier cambio–, sino uno que corrija los excesos e inequidades de esta forma perversa de anticapitalismo, con sus oligopolios, conflictos de intereses, empresas indolentes, pleno subempleo y despilfarro corrupto de los recursos del Estado.
Podemos Perú propone, por ello, un cambio que haga extensivo a “todos” los peruanos los beneficios de una verdadera economía social de mercado, imbuida de un espíritu de justicia, con un Estado promotor y solidario, que tenga como primera prioridad el bienestar de los más necesitados.
En tiempos de pandemia, dicho bienestar comienza por proteger la salud de los peruanos, por lo que nuestra prioridad será asegurar –poniendo al servicio de la causa todos los recursos del Estado– que todos tengamos acceso a las vacunas anti-COVID-19 de la manera más inmediata posible y poner en marcha el más ambicioso programa de creación de infraestructura física y humana en salud de nuestra historia republicana. Con ello daremos, además, el impulso necesario a la creación de empleos que permita hacer girar la rueda del consumo-producción-inversión, comenzando –dadas las circunstancias– por la generación de un millón de empleos, de carácter temporal, productivo, con obra pública. Salud y empleo serán las prioridades del presente, conjuntamente con la educación y la seguridad.
La educación debería dar un salto cuántico al siglo XXI, con el énfasis puesto en formar ciudadanos globales y competitivos, con habilidades propias del nuevo siglo, de cooperación, pensamiento crítico, creatividad y suprema habilidad en el manejo de las tecnologías de la cuarta revolución industrial.
Pero ni la educación ni la salud ni el empleo pueden darse en un ambiente de creciente inseguridad. Por ello, Podemos Perú hará uso de las tecnologías de información y comunicaciones, así como de las mejores prácticas para enfrentar la delincuencia, atacando de manera simultánea sus causas y consecuencias.
La obra pública no será de obras faraónicas, pensadas y adjudicadas con criterios que solo favorezcan a iniciativas e intereses que nos lleven –como en el pasado– a malos postores, peores contratos, obras tardías, de calidad dudosa y decenas de proyectos paralizados a la espera de caprichosas adendas. En su lugar, la obra pública estará dirigida a resolver los problemas inmediatos de la ciudadanía en todo el territorio nacional, en temas tales como agua y saneamiento, pistas y veredas, acceso a Internet, seguridad y servicios educativos y de salud de fácil acceso y mejor calidad.
Por todo esto, con el énfasis puesto en estas prioridades de salud, empleo, educación, seguridad y economía digital, Podemos Perú propone a los ciudadanos que iniciemos juntos la gran tarea de la reconstrucción nacional. Porque nada –ni la incertidumbre frente a la enfermedad ni el temor a lo desconocido– podrá nunca jamás evitar que hagamos realidad los sueños de un país libre y soberano, abocado cien por ciento a construir la felicidad de todos los peruanos. ¡Ese es mi compromiso!
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