“Los congresistas ya no van a tener seguridad”. Así de tajante fue el anuncio del ministro del Interior, Carlos Morán, el último fin de semana. “Todo el personal policial va a ser reorientado a cumplir tareas de seguridad ciudadana principalmente”, prosiguió.
Sin embargo, tres días después —y, ciertamente, varias críticas y hasta acusaciones de inconstitucionalidad—, el presidente Martín Vizcarra salió a aclarar que esto “no se ha definido” en el Ejecutivo y que solo “es una propuesta”. Incluso mencionó que también comprendería al Gobierno.
Esta clara contradicción en la administración de Vizcarra ha puesto otra vez sobre la mesa la necesidad de optimizar los recursos que se utilizan en el resguardo de altos funcionarios, como parlamentarios y ministros. ¿De qué consta? ¿Qué opinan los que usan estos beneficios?
Vayamos por partes. Con la Resolución Ministerial N°0674-2016, se aprobó la Directiva N°014-2016-IN/PNP, a fin de uniformizar los criterios respecto a los procedimientos para el servicio de seguridad y protección a funcionarios del Estado como, por ejemplo, el propio presidente de la República. No se conoce públicamente otra normativa sobre este tema.
-Ministros de Estado-
En la citada directiva se clasifica a los integrantes del Gabinete Ministerial en el Subnivel II-B, en donde también están comprendidos los vicepresidentes de la República. Son en total 18 ministerios.
A ellos les corresponde un jefe de escolta (con el grado de comandante o mayor); ocho suboficiales de la PNP “para la seguridad y protección”; y otros dos suboficiales de la policía “para seguridad domiciliaria”.
También se le asigna un vehículo para que se traslade la escolta y una motocicleta liebre de la policía (quien abre paso al tránsito). Cada uno de estos vehículos tienen sus propios conductores.
Ahora bien, el presidente del Consejo de Ministros tiene un rango mayor (Sub nivel II-A) en este esquema, por lo que se le asigna más policías: un jefe de escolta; 12 suboficiales de la policía para su protección; dos suboficiales para resguardar su domicilio; un vehículo y dos motocicletas de la policía.
-En el Congreso-
Los parlamentarios también tienen efectivos policiales asignados para su seguridad. En palabras del ministro Morán, son cerca de 400 los destinados para esta labor, y los cuales ayudarían a reforzar en las calles.
Sin embargo, si revisamos la normativa, el número de policías estipulado por funcionario es bastante menos que para un ministro. En la directiva a los legisladores se les da el Subnivel III-D, en donde también están incluidos los parlamentarios andinos, miembros del Consejo Nacional de la Magistratura hoy Junta Nacional de Justicia); y candidatos a la presidencia y vicepresidencias en primera vuelta.
A ellos se les asigna dos suboficiales PNP “de seguridad y protección”, por lo que sumarían unos 260 asignados, si se toma en cuenta que son 130 representantes.
No obstante, el pertenecer a la Mesa Directiva del Congreso también te da otro estatus en la prioridad de seguridad. El presidente del Parlamento, por ejemplo, tiene el mismo rango que el primer ministro (Sub nivel II-A), por lo que tiene un jefe de escolta y otros 12 suboficiales para su resguardo personal y otros dos para su domicilio. Ello sin contar a los que conducen el vehículo fijado solo para su escolta y las dos liebres de la policía.
Ahora bien, los tres vicepresidentes que conforman la mesa cuentan con cuatro suboficiales PNP para su seguridad, otros dos para su seguridad en su domicilio y además de una motocicleta liebre de la PNP, con su respectivo conductor.
-Posturas-
En diálogo con El Comercio, el exministro de Vivienda y congresista Carlos Bruce consideró que los ministros sí deben contar con seguridad, “pero no sé si tanta”. A su juicio, el tema podría regularse, aunque reconoció que en el caso de los legisladores tienen “la seguridad mínima”.
“Con que un carro con tres efectivos o cuatro lo siga a un ministro es suficiente protección, pero tener creo que es ocho es excesivo”, expresó.
“Lo que tiene un congresista es la mínima seguridad que puedes tener. Y, personalmente, en alguna oportunidad me ha salvado de ser víctima de una agresión. Hay momentos, por ejemplo, en que un congresista presenta proyectos de ley que son polémicos y no a todo el mundo le gusta. A mí me pasó cuando presenté la ley de unión civil. Cuando caminaba de la oficina al Congreso y estaban estos grupos de Con mis hijos no te metas y pasaba un mal rato”, recordó Bruce en otro momento.
Por su parte, el parlamentario Marco Arana (Frente Amplio) confirmó que se asigna dos efectivos policiales para la seguridad personal de cada congresista. Ellos se dividen en dos turnos, a fin de hacer un resguardo que cubra las 24 horas. Este sistema ha continuado para los integrantes de la Comisión Permanente. Sin embargo, como ya hemos visto, para los integrantes de la Mesa Directiva el panorama es distinto.
Arana calificó como “una pésima cortina de humo” para “encubrir” la mala gestión del titular del sector Interior en materia de seguridad ciudadana. A su juicio, esta medida tendría un impacto mínimo.
El Comercio pidió al Ministerio del Interior, a través de la Dirección de Comunicaciones, precisar el número de efectivos policiales asignados al resguardo de congresistas, ministros y otros altos funcionarios; pero hasta el cierre de este informe no se obtuvo respuesta.